Arte y técnica - Semanario Brecha

Arte y técnica

Con una presentación estética que hace honor a su causa, la investigación “Diseño teatral en Uruguay. La escenografía desde la experiencia” que empezó hace seis años abre la puerta a un universo sobre el cual hay escasa producción de conocimiento en Uruguay.

Diseño teatral en Uruguay. La escenografía desde la experiencia, así se llama el libro de Gonzalo Vicci presentado el pasado 13 de mayo en la Sala de Conferencias del Instituto Nacional de Artes Escénicas (Inae) y que contó con el apoyo de esta institución y del teatro Solís para su publicación. Con una presentación estética que hace honor a su causa, esta investigación que empezó hace seis años abre la puerta a un universo sobre el cual hay escasa producción de conocimiento en Uruguay. Forma parte de un proyecto más amplio que se propone instaurar la reflexión sobre las áreas artísticas que conforman el teatro: escenografía, vestuario, iluminación, entre otros.

En este caso, y como génesis de esta geografía artística que empieza a ganar cada vez más interés por parte de los académicos, Vicci nos trae a primer plano el diseño teatral de la mano de sus protagonistas. Es que el libro está conformado por 15 entrevistas –a cargo de Marcelo Sierna, Daniela Bouret y del propio Gonzalo Vicci– a diseñadores y realizadores teatrales uruguayos (algunos de ellos lamentablemente ya no están físicamente entre nosotros) que han deleitado e innovado la materialización visual de las puestas en escena, ya sea desde la concepción global, la incorporación de materiales nuevos, el uso del espacio, la complicidad con las necesidades del actor, la relación espacio-luz o ampliando los límites de lo posible. Cada entrevista está precedida de una breve biografía y trayectoria artística del entrevistado.

Las preguntas intentan tejer una visión amplia del fenómeno teatral. Instauran las polémicas presentes al hablar de educación formal, profesionalización de esta área técnica, incorporación de tecnología, evolución en las formas de trabajo, diálogo con lo que proponen y habilitan las nuevas dramaturgias y el uso de espacios no convencionales; liminalidad entre diseñar y realizar y entre las competencias de esta área técnica y las otras que hacen al espectáculo.

A través de los caminos trazados por los entrevistadores, los artistas recorren este escenario en construcción. Un escenario que abunda en puestas heterogéneas, desde las tradicionales hasta las que buscan romper e innovar. Un escenario que se amplía constantemente, integrando cada vez más espacios no convencionales y volviendo a proponer rupturas en los que se van convencionalizando. Textos clásicos traídos al hoy o respetados por su fuerza inherente, llevados a escena por el casi único placer de hacerlo; construcciones grupales, conformadas por diferentes lenguajes, como la música y la danza, por nombrar algunos.

En las ricas opiniones de esta reflexión general y amplia del fenómeno aparecen críticas a la Emad, así como su importancia y puntos neurálgicos. Hay consenso en la falta de una concepción más global del escenógrafo, que habilite su función en otras manifestaciones artísticas, como son los espectáculos de danza, música, las óperas y el Carnaval. La visión de la falta de recursos para hacer teatro en Uruguay también se comparte. Los puntos de vista se complementan, y a veces se oponen, al hablar de las oportunidades de inserción laboral, la oferta del medio y las políticas culturales.

En las diferentes voces se esboza el binomio vivir del diseño escenográfico-participar del hecho artístico como creadores de éste. Subyace aquí el problema del arte y el mundo material cotidiano que necesita el dinero para sobrevivir.

Se intuye, sin una claridad precisa, el límite entre un escenógrafo, un arquitecto teatral, un diseñador teatral y un técnico teatral.

No falta el cuestionamiento al énfasis cultural de Montevideo, con su sorprendente cantidad de salas y de oferta en cartelera, y la ausencia de esto en otras ciudades del país que permitan una interacción constructiva y modificadora.

Podrían seguirse mencionando muchas puntas de debates latentes en las respuestas, pero quedarán para descubrimiento del lector.

El libro cierra con imágenes de escenografías, mostrando visualmente la sensibilidad de estos artistas.

Los amantes del teatro e interesados en “escuchar” el recorrido artístico de quienes están dentro de la magia del teatro pueden encontrar el libro en formato papel en las bibliotecas de las instituciones vinculadas a la enseñanza teatral, como por ejemplo la Emad, o bajarlo libremente en las próximas semanas de los sitios de las instituciones que apoyaron el proyecto: el teatro Solís (Ciddae), el Inae, la Intendencia de Montevideo y el Ministerio de Educación y Cultura.

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