Ata un sonido amarillo al viejo roble - Semanario Brecha

Ata un sonido amarillo al viejo roble

Con Juan Martín López, Mauricio Ramos y Nacho Correa, fundadores de la banda Tangente.

Se fueron por las ramas con un ímpetu que convirtió su segunda placa, Arbueleños, en un montaje que estrenarán en el Jardín Botánico.¹ Juan Martín López, Mauricio Ramos y “Nacho” Correa, fundadores de la banda Tangente, adelantan, aquí, esa escenificación que incluye una muestra plástica y fue asistida por Jorge Esmoris.

—¿Qué inspiró este puzle de música, árboles, abuelas, poesía y plástica?

JML —Todo el planteo, ganador de un Fondo Concursable, nace de contemplar los árboles, que con el mero pasar del tiempo son capaces de lograr demostraciones de fuerza que ya quisiéramos conseguir de un momento a otro.

MR —La sabiduría del árbol, que crece lento pero con una potencia capaz de romper muros. Y el paralelo con las abuelas sabias y de las otras que todos hemos tenido o conocido. Mi viejo tiene un quiosco de diarios y una cantidad de veteranos le compran; ahí ves clarito la diferencia entre los que acopiaron brillo y los amargados. Los árboles también, necesitan muchos años para crecer, pero después ni la piedra los detiene.

MR —La banda Tangente tiene 11 años y muchas veces, preguntándonos por nuestros objetivos, nos encontramos con un logro: hacemos la música que queremos hacer, más allá de cualquier rédito. Una música que desacomoda, poco digerible, enraizada en la matemática.

NC —Matemática no como sinónimo de jueguitos con números, sino como base de sustentación para obras orgánicas, que respiran. Lleva horas de cabeza y ensayo producir, por ahí, un fragmento.

Y bancar su extrañeza.

JML —Sí, para las bandas de rock somos los académicos o intelectualosos, y para los académicos, somos los roqueros.

—¿Tienen formación universitaria?

JML —Egresamos de la Escuela Universitaria de Música (Eum), Mauricio hizo percusión y yo composición y guitarra; a Nacho lo conocimos ahí, también.

—¿Les pesó la carga teórica curricular?

NC —Claramente la información de la Eum no fue la única que absorbimos, trabajamos con lo que escuchamos a diario, los músicos que nos influyen, en fin, múltiples fuentes. Si nos hubiésemos quedado en lo teórico, nunca habría nacido Tangente.

JML —Lo que estuvo bueno de la Eum fue el aprender a pensarme como músico, qué guitarrista quería ser. Porque recibí formación para tocar guitarra clásica, no los temas que escuchaste recién, y transité un proceso para sustituir ese modelo por uno propio. Mientras, a la vez, crecía Tangente.

—¿El espectáculo seguirá un guión?

MR —No, fue concebido como una galería de personajes nacidos del disco, que irán presentándose mientras tocamos. La propia palabra, Arbueleños, es un neologismo que combina árbol, abuela y vuelo.

JML —Lo que verán los espectadores es una conjunción entre personajes “arbueleños” y el Jardín Botánico, escenario que consideramos ideal para una ceremonia que apunta a movilizar sentidos. Por eso estamos invitando especialmente a estudiantes de bachilleratos artísticos, y a sus docentes, a acercarse a esta propuesta.

NC —Sí, que conozcan una experiencia en el aquí y el ahora; si sueltan el celular diez minutos, somos unos cracks. Y está la ganancia en visibilidad, muy atractiva para una banda under que autoedita sus compactos en tirajes mínimos, más por amor al arte de la “cajita” que por esperanza de que alguien use, hoy, reproductores de CD.

Esmoris me contó la escena que lo llevó a incorporarse a este equipo: pasaste en bicicleta, lo viste, volviste y lo invitaste a sumarse; ¿correcto?

JML —Correctísimo (sonríen) aunque antes había consultado con mi pareja, Lucía Trentini, dramaturga y directora teatral, quién le parecía que podía ayudarnos con la puesta, y me sugirió a Jorge.

MR —Y yo lo conocía porque integramos, junto con otro compañero de Tangente, la murga Queso Magro; Esmoris hizo la puesta del espectáculo “Queso Magro para niños”.

Y después de esa charla callejera le mandaste un texto de Artaud.

JML —Sí, el poema “El tiempo donde el hombre era un árbol”, que recuerda cuando éramos más instintivos y menos racionalistas.

—Pero los algoritmos con los que componen música nacieron de la razón.

JML —Por supuesto, pero llega un momento en que, como dijo Nacho, tenés que desprenderte de la ecuación para sumergirte en los sonidos. Creo que lo que nos diferencia de otros grupos de música progresiva es, precisamente, la voluntad de desmarcarnos de lo racional. Al punto que a veces llegamos a resultados que no entendemos, y tenemos que analizarlos para encontrarles lugar. Porque al principio todo lo que inventamos suena a nada; comienza a sonar a algo cuando lo pasamos del cerebro a las sensaciones.

 

  1. Las funciones de presentación del disco Arbueleños, de la banda Tangente, irán del 13 al 22 de octubre, a las 19 horas, en el Jardín Botánico. En paralelo podrá visitarse una muestra plástica complementaria, diseñada por el artista visual Alejandro Gonella, en el Centro de Desarrollo Turístico y Económico del Municipio C, Luis Alberto de Herrera 4712. Los músicos de Tangente son Mauricio Ramos, Nacho Correa, Juan Martín López, Emiliano Pereira, Nicolás Grieco, Rodrigo Domínguez y Marcelo Rilla; la puesta en escena es de Jorge Esmoris, el arte visual de Alejandro Gonella, el sonido de Fabrizio Rossi, la iluminación de Santiago Rodríguez, la realización audiovisual de Bruno Soldavini y Diego Ferrando, el diseño gráfico de Santiago Tarallo, la producción de Cecilia Abelenda, Válerin Sabatino y Rodrigo Lessa, la comunicación de Ana Inés Santero.

Artículos relacionados