Los buzos o camisetas vienen en blanco o negro y pueden ser encargados a través de Amazon. Son simplemente una de las tantas manifestaciones culturales surgidas en los últimos años como reacción a la seguidilla de muertes de personas negras a manos de las fuerzas policiales en Estados Unidos. En su delantera estas prendas llevan escrita la frase: “Bulletproof. Black lives matter”, (“A prueba de balas. Las vidas negras importan”). Pero si bien la vestimenta y la leyenda parecieran no tener nada particularmente llamativo, cierto es que ya vienen generando poco comprensibles rechazos.
El más grande de los sindicatos policiales estadounidenses, la Fraternal Order of Police (Fop), que representa a más de 330 mil miembros de más de 2.200 divisiones, se ha lanzado a una cruzada contra la venta de esta clase de camisetas, y de hecho, luego de que las calificaran como “ofensivas”, la cadena de tiendas Wal-mart dejó de venderlas. Ahora, en una carta abierta, Chuck Canterbury, presidente de Fop, pidió a Jeff Bezos, jefe ejecutivo de Amazon, que apoyara al sindicato: “Quería hacerles saber que mis miembros están muy molestos porque usted y Amazon sean cómplices en la venta de esta mercancía ofensiva (…). Comercializar nuestras diferencias no ayudará a nuestra policía local y a las comunidades a construir una mayor confianza y respeto mutuos (…). Ganar dinero aprovechándose de una relación tensa no contribuirá al proceso de reconciliación”, afirmó. De momento, Amazon no ha aceptado la “sugerencia” y continúa vendiendo el producto.
Black Lives Matter es un movimiento social internacional que brega por los derechos y contra la violencia hacia las personas negras, pero aunque se trata de una iniciativa pacífica, hay quienes la asocian con las recientes muertes de policías por parte de militantes negros, en represalia por los asesinatos. El movimiento ha condenado enfáticamente estas agresiones, pero no faltan quienes lo acusan de instigar la violencia hacia los uniformados.
Por su parte, el vendedor a través de Amazon de las prendas es la empresa Old Glory Merchandise. Su propietario, Glenn Morelli, dijo recientemente a la Cnn que realmente “no son un éxito de ventas” y que no es su intención ofender a nadie. “Hay que vender todo tipo de camisetas. Es difícil tener a todo el mundo contento”, señaló