Brasil
El coronel retirado Paul Malhães, ex agente del Centro de Informaciones del Ejército, fue el primer militar en confesar, ante la Comisión Nacional de la Verdad, en marzo pasado, crímenes cometidos durante la dictadura. Dijo entre otras cosas haber participado en “interrogatorios” a presos políticos en la llamada Casa de la Muerte, un centro clandestino de exterminio que funcionaba en los alrededores de Rio. Los detenidos eran invariablemente asesinados, y a sus cuerpos se les arrancaban dentadura y manos para que no pudieran ser identificados. Luego se los tiraba a un río. Así murió, entre otros, el diputado Rubens Paiva, ejecutado en 1971. Pues bien, la semana pasada Malhães, de 76 años, apareció muerto en su casa. Asfixiado. El único detenido por el momento es su casero, quien ha...
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