A la irreverencia de ser un Caballero de la Orden de las Artes y las Letras francesas que nació y vive en España, añade la de cabalgar en moto. Fotógrafo y realizador audiovisual autodidacta, Alberto García-Alix vino a Montevideo a exponer vida y obra¹ (y a recordarme de releer a Céline).
—Ante una de tus fotos, “Huevos de oro”, me preguntaba qué conecta al hombre que nos provoca enfocando la bolsa de unos testículos estirada, con el que fue distinguido como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia.
—En un momento el modelo hizo ese movimiento y le pedí que lo repitiera, porque percibí el potencial modernista de esa piel y carne sexualizada. Aunque hoy ya no suscribo el título de esa foto, reunía elementos poderosos, posición de las manos, escorzo, que nunca preveo cuando...
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