Querida Natalia Oreiro:
En este Día Internacional de la Mujer, te escribimos porque apreciamos tu compromiso con los derechos de las mujeres. Somos dos mujeres que vivimos apenas a pocos quilómetros una de otra y sin embargo, debido a las leyes injustas de Israel, no somos tratadas con igualdad; simplemente porque una de nosotras es palestina y la otra es judía-israelí. Nosotras nos negamos a considerar esto una situación normal. Y esperamos que tú reconsideres presentarte en Tel Aviv este 20 de marzo, para no colaborar con esta falsa normalidad.
Nos dirigimos a ti sabiendo cuánto te importan los derechos humanos, y con la esperanza de que escucharás el llamado de las organizaciones de mujeres de Palestina, del que se han hecho eco mujeres israelíes, pidiendo a artistas internacionales como tú que no se presenten en Israel mientras este país continúe violando el derecho internacional. Todavía hay tiempo para que respetes la línea de piquete en favor de los derechos humanos palestinos. Todavía hay tiempo de que te unas a nosotras en lo que verdaderamente es el feminismo: poner fin a todas las formas de opresión y liberar a todas las mujeres.
Yo, Haitham Arrar, nací en Palestina, en una familia que había vivido en su tierra por generaciones, hasta que Israel convirtió a muchos de sus integrantes en refugiados/as y sometió a otros/as a un régimen brutal de ocupación militar y apartheid. ¿Puedes imaginarte lo que es para una mujer palestina vivir bajo un régimen cuya ministra de Justicia dijo literalmente que las madres palestinas deberían ser asesinadas para que no puedan dar a luz a “pequeñas serpientes”? Este mismo gobierno está ahora celebrando oficialmente tu próximo concierto.
Yo, Jessica Nevo, por otra parte, nací en Argentina, y me fui a Israel con mi familia escapando de la dictadura militar. Mientras Israel expulsaba y oprimía a las familias palestinas, la mía era bienvenida, porque éramos judíos. Luego descubrí que Israel le estaba vendiendo armas a la dictadura argentina, y peor aún: que esas armas eran testeadas en los cuerpos palestinos, que se han convertido en un laboratorio para la industria militar israelí.
Puede que te preguntes cómo es que nuestros caminos se cruzaron, ya que Israel ha construido un muro ilegal entre nosotras. La respuesta es simple: en el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (Bds), que está uniendo a millones de mujeres y hombres en todo el mundo, con el objetivo de presionar a Israel para que ponga fin a la ocupación militar, el apartheid y la colonización contra el pueblo palestino. Allí estamos conectando nuestras luchas por la justicia de género, racial, social y económica; y queremos que te unas a nosotras.
Todavía hay tiempo para que no perjudiques nuestros esfuerzos por lograr la libertad, la justicia y la igualdad para las y los palestinos. Por favor, cancela tu concierto en Tel Aviv y respeta la línea de piquete por los derechos humanos palestinos.
Gracias,
Haitham Arrar, Unión General de Mujeres Palestinas
Jessica Nevo, Coalición de Mujeres por la Paz-Israel
- Esta carta fue escrita el pasado 8 de marzo.