Esa joven que se esconde detrás de una sonrisa, dispuesta a servirle un refresco y atender, solícita, cualquier inquietud de los pasajeros, ¿trabaja realmente para la aerolínea en cuestión?, ¿qué se esconde detrás de tanto esmero y simpatía?
Puede pensarse que las preguntas son malintencionadas, pero las informaciones difundidas por las autoridades abocadas a combatir el tráfico de drogas dicen que entre las aeromozas hay todo un filón que los narcotraficantes han sabido aprovechar para incrementar sus ganancias. Por lo menos las azafatas de dos aerolíneas de la región, Latam y Avianca, se han visto involucradas en esta clase de negocios.
Desde 2015 fueron capturadas decenas de azafatas transportando entre 15 mil y 400 mil dólares en dobles fondos de sus maletas. Aunque la mayoría eran azafatas en actividad, cayeron también ex contratistas del duty free del aeropuerto El Dorado, de Bogotá, azafatas jubiladas que blanqueaban dinero para el cártel de Sinaloa y bandas colombianas.
Se calcula que mediante este método movían anualmente hasta 250 millones de dólares. “La red tenía bajo su control el ciclo completo del blanqueo de divisas y del reclutamiento de los correos humanos”, explicó al diario El Tiempo un oficial que participó en el operativo. Según el periódico, los narcos consiguieron embalar el dinero de modo que no fuera detectado por los escáneres. Por eso las valijas de las azafatas fueron trasladadas a Estados Unidos, donde el Fbi las someterá a estudios de laboratorio ya que los billetes eran envueltos en papel vinipel azul y cubiertos para bloquear los escáneres.
Hasta ahora 82 muchachas de la compañía colombiana han sido detenidas, pero son 96 las que tienen prohibido el ingreso a Estados Unidos. Se trata de apenas un puñado de las 3.200 azafatas que tiene Avianca, razón de más para sospechar que la red puede ser mucho más amplia y abarcar a una parte considerable de las aerolíneas. La red cobra un 12 por ciento del dinero trasladado a los jefes narcos, cifra muy elevada en comparación con las transacciones bancarias. Pero hasta ahora venía siendo más difícil de detectar que las operaciones financieras.