Un documental de la Bbc estrenado el martes 4 en el que se comparan los sistemas educativos chino y británico levantó ampollas. Titulado ¿Son nuestros chicos lo suficientemente fuertes?, el documental recoge un experimento en el cual 50 escolares de tercer año de liceo de la escuela Bohunt, en Liphook, un poblado en el sur de Inglaterra, estudian con profesores chinos bajo el mismo sistema que llevó al país asiático a ocupar el primer lugar educativo en el mundo.
Durante cuatro semanas los chicos lucen un uniforme especial, comienzan la jornada escolar a las 7 de la mañana, hacen ejercicios grupales, limpian sus propias aulas y se les permiten dos pausas para comer durante la jornada de 12 horas. En el aula las lecciones están centradas en toma de notas, repetición y memorización.
Neil Strowger, director de la escuela británica, había salido impresionado de su visita a Shanghai, donde pudo comprobar “el increíble compromiso de los estudiantes y el comportamiento impecable” (Bbc, 4 de agosto de 2015). Pero muy pronto comprobó la colisión entre los métodos asiáticos y la cultura adolescente británica. “Los alumnos británicos esperan tener variedad en su aprendizaje. No están acostumbrados a ser encarcelados en un grupo grande y en la misma aula con un plan de estudios muy estrecho”, dijo.
Con los días las cosas mejoraron, aunque buena parte de los alumnos “se desacoplan de las lecciones, charlan y no escuchan a sus maestros”. A la hora de evaluar, el director dijo que son los padres, la cultura y los valores sociales los que explican que las escuelas de Shanghai estén a la cabeza de las pruebas Pisa, y no una práctica docente superior. “Yo creo que un día escolar más largo tendría valor para nuestros alumnos, y que los profesores no deben tener miedo a realizar monólogos en el aula”, concluyó Strowger.
La mayoría de los estudiantes consideraron los métodos chinos como “aburridos”, se quejaron de tener que “actuar como robots”, y algunos, como Rosie, de 15, destacó que “estoy acostumbrada a decir lo que pienso en clase, ser audaz, trabajar en grupo para avanzar en mis habilidades y mejorar mi conocimiento”. Algunos describen a sus profesores chinos como “groseros” e “irracionales”.
La prensa china mostró las opiniones de los lectores. “Estoy de acuerdo en que la disciplina en el aula china es demasiado estricta, pero hasta cierto punto. Un aula de estilo libre significa que los estudiantes pueden discutir asuntos académicos en buen ambiente, pero no comer, maquillarse o hacer lo que quieran. Los estudiantes británicos carecen de la más básica cortesía. Este es el tema de la educación”, twiteó un internauta (Diario del Pueblo, 7 de agosto de 2015).
Un periodista británico de The Telegraph escribió: “Las escuelas británicas, en general, son lugares de constante fuente de entretenimiento para los alumnos (en el recreo y durante las clases), entonces el nombre de estas instituciones debería ser cambiado y llamarse clubes de comedia”