Aunque el FA volvió a ganar en el departamento, Guido Manini Ríos se destacó repentinamente por un llamativo pico de votación en Casavalle, Manga y Piedras Blancas. Pero, mientras que los partidos tradicionales se agolpan contra la costa y el ala Cerro‑Teja sostiene sin fisuras el histórico bastión obrero del oeste, una sombra se asoma en la periferia noreste, al amparo de los batallones y los guardias.
A las diez en
punto abre el candado. Carga, sin prisa, una mesa de plástico con un humilde
mantel blanco, sobre la que va a ir depositando montoncitos de listas. La
leyenda “Manini‑Domenech” flamea en una tela adosada a la mesa con cuatro
palillos de ropa. Como en una ceremonia, se dispone luego a hincar dos
pabellones nacionales en el alambrado. Entre ellos, un gran cartel, que sujet...
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