El ministro de Defensa de Uruguay, Eleuterio Fernández Huidobro, los consideraba “unos perejiles”, pero la justicia chilena no lo entendió así y condenó a Tomás Casella, Eduardo Radaelli y Wellington Sarli por el secuestro y el asesinato en Uruguay, en 1995, del ex agente de la dictadura chilena Eugenio Berríos. Junto a los tres marcharon también 11 represores chilenos. Uno de ellos, el general retirado Hernán Ramírez, condenado a una pena de 20 años de cárcel, se suicidó en prisión en la madrugada de ayer jueves. Se disparó un balazo en la cabeza y murió en el Hospital Militar de Santiago. Ramírez fue, según la sentencia de la Corte Suprema de Justicia chilena, quien ordenó directamente el secuestro de Berríos, que había llegado a Uruguay en 1991, apenas empezó en Chile a hablarse de la p...
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