Después del “súper martes” (véase edición pasada de Brecha), republicanos y demócratas continuaron sus primarias de cara a las presidenciales estadounidenses de fin de año. Esta semana ambos votaron en Michigan y Misisipi, y los republicanos también lo hicieron en Idaho y Hawái.
En el campo republicano, Donald Trump amplió su ventaja sobre sus rivales, mientras en el demócrata Hillary Clinton y Bernie Sanders se repartieron victorias, aunque con un sabor más dulce para este último, que sorpresivamente ganó en Michigan, un estado que reparte más delegados que Misisipi, donde el triunfo de la ex secretaria de Estado fue holgado.
Michigan fue el primer estado del cinturón industrial de Estados Unidos (es base de la industria automovilística) en celebrar primarias, y es considerado como una de las zonas clave. Allí los sondeos le daban a Clinton una ventaja aplastante sobre Sanders en la interna demócrata, pero el senador por Vermont, que se presenta como socialista, dio el batacazo, imponiéndose por un ajustado margen y confirmando su peso en las zonas industriales del país. Entre los republicanos, Trump le sacó diez puntos a su rival más cercano. En Idaho, en cambio, fue derrotado por el senador Ted Cruz, que obtuvo su séptima victoria desde que comenzaron las primarias pero que está todavía muy lejos del xenófobo y fascistoide magnate. Globalmente, contando los resultados de los cuatro estados, Trump consolidó su posición de liderazgo entre los republicanos. “Todos y cada uno de los que me han atacado brutalmente están cayendo. Empezamos siendo 17 (precandidatos republicanos) y quedamos cuatro, y no lo están haciendo muy bien esta noche”, dijo en la noche del martes tras divulgarse los resultados.
Las próximas primarias serán el martes 15 en cinco estados: Illinois, Misuri, Carolina del Norte, Ohio y Florida.
- Túnez, uno de los pocos países árabes que han permanecido fuera de la guerra que afecta a la mayoría de ellos desde 2011, fue objeto el lunes de dos ataques simultáneos de parte de yihadistas del Estado Islámico (EI). Los ataques se produjeron en la localidad de Ben Guerdane, en la zona fronteriza con Libia, un país que desde la caída de Muamar Gaddafi es un caos en el que prosperan todo tipo de milicias. Túnez levantó en 250 de los 500 quilómetros del área limítrofe una valla (“sistema de obstáculos”, la llamó) para intentar impedir la infiltración de los yihadistas, pero ya el año pasado hubo una serie de atentados contra hoteles y embajadas. “Los tunecinos están en guerra contra esta barbarie y estas ratas, que vamos a exterminar definitivamente”, dijo el lunes el presidente, Beji Caid Essebsi, tras hablar de “ataques coordinados y sin precedentes”, con el objetivo de “controlar la región” y anunciar la implantación de un toque de queda en la zona. En la noche fuerzas de la coalición internacional liderada por Estados Unidos bombardearon objetivos del EI en Libia.
Túnez, un país de tradición laica, fue la lanzadera de la llamada “primavera árabe”, hace cinco años, luego del derrocamiento de una larga dictadura, producto de una sublevación popular.
- En Alemania, el partido de ultraderecha Alternativa por Alemania (Afd) dio la sorpresa la semana pasada al superar el 13 por ciento de los votos en las elecciones municipales desarrolladas en el oeste del país. En Fráncfort, la capital financiera germana, se situó por encima del 10 por ciento, por ejemplo. Los sondeos pronostican un fuerte crecimiento de la Afd en los comicios regionales que tendrán lugar este domingo en los estados de Sajonia-Anhalt (este), Baden-Wurtemberg (sudoeste) y Renania-Palatinado (oeste). El principal tema de campaña de este partido ultra que cuenta con menos de tres años de vida es el rechazo a la inmigración y a la política de acogida de refugiados defendida por la jefa del gobierno, Angela Merkel.