Elba Esther Gordillo, dirigente durante los últimos 24 años del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (snte), el mayor de México y uno de los más grandes de América Latina, con alrededor de un millón de afiliados, tenía una adicción a los zapatos caros, los vestidos de los mejores diseñadores y, sobre todo, los bolsos de marca. No tenía además ningún reparo en mostrarse en público con sus costosas adquisiciones, pese a su cargo.
Recientemente salió a la luz el “regalito” que otro dirigente sindical, Carlos Romero Deschamps, líder de los trabajadores de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), le había hecho a su hijo: un Enzo Ferrari. Al parecer, el joven Romero utiliza este vehículo, valorado en unos dos millones de dólares, para pasearse por las calles de Miami. Esto despué...
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