México convulsiona. No fue Chiapas el primer estado en llegar al estallido social, sino Oaxaca, su vecino. En las primeras horas de la mañana del domingo 19, cuando se celebraba el Día del Padre, la Policía Federal atacó con munición real uno de los bloqueos que maestros, padres de familia y el pueblo en general –no es exagerado– mantenían en Nochixtlán, una comunidad del norte del estado. Hasta el momento hay 11 muertos producto de las balas policiales, entre ellos dos liceales y dos maestros; el resto son campesinos y personas solidarias con la lucha magisterial. Desde el 15 de mayo los maestros de México están en paro en rechazo a la reforma educativa (véase Brecha 10-VI-16), y en Oaxaca empezaron a bloquear las rutas para impedir que la Policía Federal tuviera acceso a la capital. Nochixtlán tenía su bloqueo ubicado en la ruta que conecta la ciudad de Oaxaca con la de México y el ensañamiento allí fue grande. La primera versión de las cadenas televisivas siguió a pie juntillas los vaivenes de la versión oficial. Primero, se dijo que la Policía Federal no había usado armas de fuego para reprimir y que los agentes habían repelido una agresión de los maestros, que sí tenían armas… El burdo intento de manipulación del relato en cuanto a lo sucedido explotó en las redes sociales y en la prensa independiente y empezaron a aparecer fotos donde se ve cómo los agentes disparan con sus AR15. Sobre algunas de esas fotos –de la agencia AP– el gobierno dijo que no habían sido tomadas en Nochixtlán. La agencia respondió difundiendo los metadatos de las imágenes. Pobladores de la localidad retuvieron a su vez a dos reporteros de TV Azteca para exigir que la televisora difundiera una versión completa de los hechos. Fueron liberados a la noche de ese día y TV Azteca concedió menos de cinco minutos a la versión de los vecinos y los reclamos populares.
Nochixtlán y la ciudad de Oaxaca, a poco menos de 40 minutos, se mantienen cerradas por las barricadas populares. En Nochixtlán la gente prendió fuego el Palacio Municipal una vez que circuló la noticia de que el alcalde había huido con su familia.
A pesar de que casi todos los bloqueos instalados en las distintas rutas del estado fueron reprimidos, los maestros y padres de familia han vuelto a tomar las carreteras una y otra vez. Es alucinante ver cómo exigen a las tropas que desobedezcan las órdenes de atacarlos. El paso para los peatones y los autos es libre, sólo retienen a los tráilers que transportan mercaderías.
La revuelta docente ha aglutinado el descontento social palpable en México, pero lo que está en juego en ella es también la defensa del territorio.