El 26 de julio, militares reunidos en un Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP) derrocaron al presidente de Níger Mohamed Bazoum, justo una semana antes de que se celebrara en el país africano el 63.o aniversario de la independencia de Francia. Una «nueva independencia» de la misma potencia fue precisamente una de las consignas de los sublevados, que de inmediato denunciaron los acuerdos de seguridad con París, exigieron el retiro de la base aérea y de los alrededor de 1.500 soldados franceses estacionados en el país, y suspendieron las exportaciones de uranio hacia la antigua metrópolis colonial.
Francia respondió que desconocería esas decisiones («solo el gobierno legítimo de Níger puede tomarlas», dijo el Ministerio de Defensa) y que mantendría su base y sus tropas. T...
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