La docente y crítica de teatro Roxana Rügnitz tenía una idea, una necesidad: «Instalar un formato distinto, corrido de los conocidos, de los que repiten las mismas construcciones y las mismas voces». Pero la detenía la dificultad económica. Quizás, pensó, se enfocaba demasiado en el deseo de una revista en papel, ¿por qué no pensar en una virtual? Así, le propuso el proyecto a Mariela Benítez, amiga suya y también docente. En marzo de 2021, Mariela se reunió con Virginia Mesías, otra docente a quien conoció el año anterior en un taller que fusionaba fotografía y escritura. Virginia contó al semanario que, cuando Mariela le dijo que tenía algo para proponerle, no lo dudó: «“Sí, ya te digo que sí”, le dije, pensando que era un viaje». La propuesta resultó ser otra: editar una revista. «Acept...
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