El filo de la gran crisis introducida por las vanguardias, Alfonsina Storni llegó a Montevideo. Había recibido una invitación del Centro Ariel, institución cultural organizada por estudiantes de la Universidad, entre ellos Carlos Quijano (de 19 años de edad), quien estableció el contacto, y Emilio Oribe (de 26). Storni cruzó el último día de 1919, a poco de publicar Irremediablemente, el tercero de sus libros de versos. En los últimos tiempos se había hecho conocer por sus artículos, varios de claro acento feminista.
Dos años antes, mientras en el sur de Italia José Enrique Rodó conocía su triste y solitario final, Juana de Ibarbourou (1892-1979) se atrevió a pedir una entrevista con el director de La Razón. Una de sus manos tomaba la de su hijo pequeño, la otra apretaba un cuaderno de ver...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate