Ciento diez funciones con entrada gratuita en diez salas de la ciudad, que abarcan los ocho municipios. Montevideo de las Artes, el festival que acerca el teatro a la gente, es cogestionado por la IM, la Sociedad Uruguaya de Actores y la Federación de Teatros Independientes. Las puestas podrán verse en la Sala Verdi, El Tinglado, La Candela, el Centro Cultural Artesano, el Teatro Victoria, el Centro Cultural Florencio Sánchez, la Sala Lazaroff, el Centro Cultural La Experimental, el Centro Cultural Terminal Goes y el Complejo Sacude. Consultado por Brecha, Gustavo Zidan, director de la Sala Verdi, destaca: «El Festival se ha convertido en una política departamental que se ha sostenido por las diferentes administraciones. El programa Fortalecimiento de las Artes ha tenido continuidad y es importante que se siga consolidando porque es la subvención más importante que ha tenido el teatro independiente en toda su historia. Vale subrayar que las contrataciones y la participación de los trabajadores son a través de la ley del artista, y es una forma de ir afirmando la posibilidad de que el trabajo en el arte sea regularizado. También es posible leer la importancia de esta propuesta desde el punto de vista turístico».
Dentro de la programación se encuentran dos piezas de la dramaturga Vachi Gutiérrez: Refugio, con las interpretaciones de Dahiana Méndez y Marisa Bentancur, y Bienvenido todo, texto premiado por Cofonte en la categoría de dramaturgia inédita. También podrá disfrutarse en la Sala Lazaroff la premiada Lluvia constante, de Keith Huff, dirigida por Santiago Ventura, montaje que combina el lenguaje teatral con el audiovisual. Otros títulos interesantes son La violación de Artemisa Gentileschi, de Jorge Denevi, True Green Meat, con dirección de Gonzalo Varzi, y Una reina, espectáculo de clown dirigido por Florencia Santángelo con actuación de Verónica San Vicente. Por otra parte, en Devenir Felisberto, de Doménico Caperchione y Agustín Urrutia, un actor y un pianista dan vida a los personajes de Por los tiempos de Clemente Colling. Laberinto, pieza del dramaturgo argentino Jorge E. Milone, dirigida por Javier Iglesias, presenta una historia en clave de thriller psicológico; para reflexionar sobre nuestra historia, podrá verse El despojo de Marcel Sawchik, ficción inspirada en el desalojo del conventillo Mediomundo en diciembre de 1978. Al mismo tiempo, Dejar las armas, de Vanessa Cánepa, estará girando por varias salas.
Además de espectáculos para adultos, habrá obras de títeres y otras variadas formas de teatro infantil. Entre las propuestas destacan Moby Dick, clásico de Herman Melville en versión de Avó Pérez, Los soplados de Florencio Sánchez, espectáculo de títeres con dirección de Ausonia Conde, Ánima Circus, de Jorge Hirigoyen, y La mudanza, de Melanie Catán. Cada sala tiene su mecanismo de entrega de entradas: algunas son con reserva previa por mail o teléfono y otras, por orden de llegada hasta que se completa la capacidad, así que se recomienda asistir al menos 30 minutos antes de que comience cada función.