Un encuentro1 que conjugará a Phillip Seymour Hoffman con Melingo, las últimas películas de Robert Rodríguez y Zhang Yimou. Cine japonés, venezolano, argentino, francés, rumano, estadounidense, uruguayo, chileno; documentales de denuncia, comedias delirantes, dramas gravísimos, cine infantil y hasta cine de zombis se sucederán a lo largo de diez nutridos días.
No, no es el de Cinemateca, aunque pueden confundirse. Mientras el Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay tiene lugar en abril y ya llegó a su edición número 32, el llamado Festival de Cine de Montevideo suele acontecer en octubre y hoy va por el número 13. Es en este último que la Asociación de Críticos de Cine del Uruguay hace su aporte en la programación; la selección de títulos reúne preestrenos, películas que seguramente puedan verse ahora y nunca más y otras que ya se estrenaron anteriormente (quizá fugazmente en otro festival) pero que son repuestas por última vez. En definitiva, será mejor acaparar lo que se encuentra a mano y aprovechar la oportunidad para ver cine del bueno.
GRANDES PROPUESTAS. Si este año hubo una película premiada y aceptada unánimemente por la crítica internacional, esta es Boy-hood (Momentos de una vida), de Richard Linklater, que ha llevado premios en Berlín, San Sebastián, Sidney, Seattle y otros prestigiosos festivales. Además del cúmulo de galardones, dio que hablar por ser única en su especie, ya que fue filmada a lo largo de 12 años con un mismo elenco, registrando el envejecimiento de los actores pero principalmente el crecimiento de Ellar Coltrane, desde que era un niño de 5 años hasta luego de cumplidos los 18. Así, la propuesta supone un viaje a través de una vida, con saltos temporales constantes a partir de los cuales el personaje reaparece con cambios fisonómicos apenas perceptibles y transformaciones drásticas en su familia, su entorno y quienes lo rodean. Siendo de Linklater, autor de grandes obras como A Scanner Darkly, o la trilogía de Antes del amanecer, es de suponer que será realmente algo.
Otra que arrasó con premios en festivales, incluyendo el premio del jurado en Cannes es De tal padre, tal hijo, última película del maestro japonés Hirokazu Kore-eda (La vida después de la muerte, Nadie sabe, Todavía caminando), que supone también un drama realista sobre la niñez y el vínculo paterno-filial, pero esta vez con un protagonista adulto que descubre, por un aviso del hospital donde nació hace seis años su hijo, que el niño a quien crió junto a su esposa no es en definitiva su hijo sino que hubo un intercambio de recién nacidos. Se plantea un dilema mayúsculo, abordado con la madurez propia de uno de los directores más sólidos de la actualidad.
También tendremos la nueva película del rumano Corneliu Porumboiu, quien supo llamar nuestra atención con sus 12:08 al este de Bucarest y Policía, adjetivo. Ahora, con Cae la noche en Bucarest entra en el terreno del cine dentro del cine; en pleno rodaje de una película, un director tiene una serie de encuentros amorosos con una actriz, que le generan más de un conflicto emocional. Minimalista, sutil, con ese humor irónico típicamente rumano, una notable aproximación a una neurosis individual, con brillantes apuntes sociales.
Hemos hablado ampliamente en estas páginas de la gran película mexicana La jaula de oro, que plantea el recorrido de varios migrantes guatemaltecos a lo largo de México, con destino a Estados Unidos. Cine social del más impactante, que mete el dedo en la llaga de un tema acuciante; su presencia en este festival supone una oportunidad quizá única de ver una de las más importantes épicas de los últimos años en la pantalla grande (aunque cierto es que conviene armarse de valor para ir a verla). Otro plato fuerte es Gloria, del notable –y poco conocido por estas latitudes– director chileno Sebastián Lelio. La protagonista es una mujer de 58 años, solitaria, con hijos ya mayores y divorciada. Por las noches, las fiestas, el baile y la bebida parecen ser una fuente de entusiasmo, y quizá, la forma de entrar en contacto con algún pretendiente. En estas vueltas, conoce a un señor con el que podría intentar una relación, pero como dice el refrán, el diablo sabe más por viejo que por diablo y la desconfianza está a la orden del día. Con un guión inteligentísimo y una puesta en escena precisa y efectiva, se exploran comportamientos humanos presentes no sólo en determinada franja etaria, sino en todo el abanico vital.
También interesa particularmente Coming Home, la última película del director chino Zhang Yimou y la octava de su autoría, en la que trabaja junto a su actriz fetiche, Gong Li. Un melodrama a lo Douglas Sirk en el que una pareja es separada por la fuerza, siendo el hombre arrestado como prisionero político y forzado a deslomarse en campos de trabajo durante la revolución cultural.
CINE DE GÉNEROS, PRESENTE. Al director argentino Pablo Fendrik lo conocimos por películas brutales y sórdidas como El asaltante y La sangre brota, en las que daba una visión descarnada y personal de ciertos submundos bonaerenses. Ahora bien, su última película, El ardor, supone un gran salto y una propuesta ambiciosa en la que el director lleva trabajando años, con un presupuesto mucho mayor y actores de renombre internacional como Gael García Bernal y Alice Braga. Al parecer, el registro oscila entre el western y el cine de samuráis, con la selva como telón de fondo, y se promete acción y suspenso a raudales, personajes atractivos y una narración clásica. No podría ser más intrigante.
Y no conviene dejar pasar una obra divertidísima como Juan de los muertos, en la que la clásica invasión zombi se cierne una vez más, pero ahora sobre la isla de la caña de azúcar, del ron y el chachachá. Quizá un poco irregular, la película está de todos modos provista de momentos y ocurrencias geniales, como el hecho de que los protagonistas llamen “disidentes” a los zombis, la escena en que una horda de muertos avanza a paso firme bajo el mar, o un impensable baile en una azotea del protagonista con un zombi travesti.
El hombre más buscado es un thriller británico que tiene el triste mérito de ser el último filme protagonizado por el enorme Philip Seymour Hoffman, en el papel de un agente antiterrorista alemán que sospecha de un hombre medio checheno y medio ruso recién llegado a Hamburgo y que podría ser un extremista peligroso. El libreto está basado en una novela de John Le Carré y la crítica la señala como una película sólida, cuya tensión se ve incrementada por la impagable presencia del fallecido actor.
URUGUAY Y ARGENTINA. Entre los estrenos uruguayos destaca Una noche sin luna, de Germán Tejeira, guionista y montajista de Anina, productor del estudio Raindogs Cine y director del muy personal corto Matriosh-ka. La película, coproducción con Argentina, plantea el deambular de tres personajes, interpretados por el tanguero Daniel Melingo, Marcel Keoroglián y Roberto Suárez, que confluyen en el pueblo de Malabrigo para pasar fin de año. Poco más se sabe de la película, pero las credenciales del cineasta y la productora despiertan las mejores suposiciones.
También es una coproducción uruguayo-argentina la notable Historia del miedo, pero esta vez la acción se sitúa del otro lado del río, y expone en forma fragmentaria una suma de situaciones relativas a un barrio privado y al temor imperante en torno a un círculo de gente acomodada, con respecto a una invasión de desconocidos que comienzan a instalarse en tierras aledañas. Una película que desconcierta, al tiempo que llama a la reflexión.
Del país vecino son también destacables Los dueños, El crítico, Ismael y el documental Escuela de sordos. Y estos títulos son candidatos a no ser repuestos en salas uruguayas, por lo que convendría aprovechar esta fugaz oportunidad de tenerlos en cartelera.
1. Del 2 al 12 de octubre, en Movie Montevideo Shopping, Portones, Nuevo Centro y Punta Carretas.