—La única variable a la que dedicaste dos capítulos del libro son las redes sociales, ¿por qué?
—Un estudio de 2017 del Consejo del Audiovisual de Cataluña identificó en Google 18,6 millones de resultados para la palabra suicidio, de los cuales 1,8 millones, el 10 por ciento, eran peligrosos. Entre febrero y noviembre de 2019, Facebook eliminó 4,5 millones de contenidos que alentaban al suicidio o eran complacientes con él, e Instagram hizo lo mismo, desde el mismo mes, con 1,65 millones de contenidos. Si las redes vienen hablando hace años del tema suicidio, ¿cómo no vamos a esforzarnos, los medios tradicionales, por aportar información rigurosa, respetuosa y responsable acerca de él? Creo que debemos jerarquizar nuestra profesión alimentando a las redes con un periodismo que contribuya a...
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