La idealización de lo que es el feminismo ignora de modo profundo la realidad de muchas activistas. Mientras los feminismos pueden identificarse por su multiplicidad y su constante movimiento, autodeterminarse feminista sigue teniendo un costo, similar al que se paga por el solo hecho de pensarse como parte de un género no privilegiado, pero con el agravado de la etiqueta.
Ser feminista no
es fácil, como no lo ha sido nunca la militancia política; repercute en todos
los ámbitos que hacen al individuo en lo laboral y lo íntimo, condicionando la
vida en sociedad. Las personas que asumen el feminismo hacen de la perspectiva
de género una manera de observar, observarse y actuar, pero eso también define,
muchas veces, el modo en que son observadas y tratadas. En algunos casos, ese
doble derecho...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate