La idea no podía ser mejor: homenajear al gran Ruben Rada uniendo en una misma banda a tres notables músicos que lo acompañaron a lo largo de diferentes momentos de su carrera.
The Rada’s Old Boys son, entonces, Daniel “Lobito” Lagarde, legendario bajista en los dos primeros discos de Totem, Ricardo Nolé, pianista acompañante de Rada en sus exitosos años en Buenos Aires, y Nelson Cedrez, su actual baterista.
Estos tres notables músicos decidieron encarar algunas de las obras clave en el repertorio de Rada, dando forma a un disco de homenaje en un medio musical como el uruguayo, bastante escaso en discos de tributo, lo cual agrega valor a esta bienvenida iniciativa.
Básicamente, funcionan en el formato de un “power trío” de jazz, con piano, contrabajo y batería, aunque el piano acústico a veces es alternado con el piano eléctrico Fender Rhodes y el contrabajo con el bajo eléctrico.
El formato podría dar a entender que se trata de un disco de jazz instrumental, pero no es estrictamente así. En algunos temas Daniel Lagarde canta, y muy bien por cierto, y en “Negro” aparece el propio homenajeado realizando una vocalización antológica.
Un detalle nada menor es que este disco fue grabado en el estudio Berequetum. Desde hace ya un tiempo circula entre los músicos uruguayos el dato de que el piano de Berequetum es el mejor de los que hay en los estudios de grabación uruguayos (bastante escasos de pianos nuevos o viejos en buen estado), y sin duda en este disco Ricardo Nolé demuestra la veracidad de esa información, haciéndolo sonar como los dioses.
Este es un disco realmente hermoso, que hace justicia al homenajeado y que se disfruta de punta a punta sin que decaiga el interés.
Los diez surcos son igualmente interesantes, desde “Biafra”, que inicia el disco, hasta “Chinga chilinga”, que lo cierra. De todas formas se destacan muy especialmente “Biafra”, original del primer disco de Totem, abordado como un candombe lento, impecablemente cantado por Lagarde y con un tremendo solo de piano Fender Rhodes a cargo de Nolé; “Botija de mi país”, tocada con un impecable relax y gran destaque de Cedrez en batería; “Terapia de murga”, en sorprendente arreglo mitad blues mitad gospel; “Ayer te vi”, una delicia absoluta con sus sorpresas armónicas y un clima jazzístico impecable –si Bill Evans y su trío hubieran tocado candombe lo habrían hecho de este modo–; “Dedos”, también original del primer disco de Totem, que seduce especialmente con el canto de Lagarde y la introducción en homenaje a “So What” del maravilloso disco Kind of Blue, de Miles Davis; también “Upa nega” y “Chinga chilinga” son deliciosos momentos.
Pero lo que quedará en el mejor recuerdo es la versión de “Negro” –que abría una de las caras del vinilo original de Descarga, segundo disco de Totem– y cuenta, como se dijo, nada menos que con el mismísimo Ruben Rada en una vocalización increíble que realmente abre el enorme libro de sus ilimitados recursos vocales. En este caso la veteranía no cuenta y la voz de Rada luce joven y poderosa, con su timbre aterciopelado de siempre y sus malabarismos vocales bien suyos para el mayor asombro.
Un auténtico regalo dentro de un disco que en sí es todo un regalo para la música uruguaya, bastante alicaída en estos últimos tiempos.
Un merecido homenaje, realizado en gran forma, para un auténtico grande. Se recomienda calurosamente.
The Rada’s Old Boys. Homenaje a Ruben Rada. Ayuí, 2016.