Cerca del final de Entre dos luces, el documental de Fernando Blanco sobre los primeros años de la banda Suárez, los músicos están cerrando la presentación en vivo del disco Horrible (1995). La canción es «Rayos y manchas» y se encuentran en un rapto de furia sónica: las guitarras acoplan, la batería marca un ritmo constante y frenético, Rosario Bléfari se encuentra inmóvil frente al micrófono. Súbitamente, la luz se apaga y la canción termina. Los integrantes de la banda, detrás del escenario, ríen. El apagón no fue un acto premeditado, pero resultó un final mucho mejor que el que habían ensayado. Se trataba de algo consecuente con la manera de operar del grupo, y Bléfari lo admitía: a veces el pifie ofrecía una nueva posibilidad y eso era incorporado a las canciones. Sus dos primeros dis...
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