El nombre del vecino - Brecha
Edición 1536 Suscriptores

El nombre del vecino

“Vecinos en alerta”, se advierte desde la puerta de numerosos hogares. La participación de los ciudadanos en la preservación de la seguridad de sus vecindarios está lejos de ser pacíficamente aceptada. Los desbordes a que podría dar lugar son un factor en contra. Otros observan que en ese camino podría reencontrarse el barrio.

Una casa en Punta Gorda que parece una trinchera / Foto: Juanjo Castell

Organizaciones barriales de seguridad ciudadana

“Vecinos en alerta”, se advierte desde la puerta de numerosos hogares. La participación de los ciudadanos en la preservación de la seguridad de sus vecindarios está lejos de ser pacíficamente aceptada. Los desbordes a que podría dar lugar y la implícita renuncia del Estado al cumplimiento de sus obligaciones esenciales se aducen en contra. Otros en cambio observan que en ese camino podría reencontrarse el barrio, y ser una respuesta más real que todas las que pudiera ofrecer la parafernalia represiva.

—¿Cómo andan? Hay un auto verde en la esquina de René y Caramurú con una persona dentro y todo apagado. No vi la chapa, pero comento para estar atentos.
—Ok. Gracias.
—Gracias.
—Ok.
—¿Y si llamamos al 911? ¿Qué dicen?
—Gracias, lo ten...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 1975 Suscriptores
JUTEP intima a Sartori a informar sobre su incremento patrimonial y sus empresas

Declaración junada

Uruguay Suscriptores
Un caso reciente expone ineficiencias del control médico durante la detención

Garantía de nada

Edición 1975 Suscriptores
Las acreditaciones del ministro Pablo da Silveira

M’hijo el dotor (colombiano)

Edición 1975 Suscriptores
La pobreza infantil, los cambios demográficos y los cambios políticos

Menos, y más pobres