Hacía ocho días que Luis Martínez trabajaba como jornalero de forma irregular en un área forestada en Durazno, padrón 10.868, de 21 hectáreas.1 En aquel entonces era peón y le habían encomendado la tarea de pelar los troncos. El martes 18 de mayo de 2004 tuvo un accidente laboral mientras ayudaba a su hermano –que también trabajaba para la empresa unipersonal Nelson Alejandro Fleitas– a talar un árbol. Casi quince años después sigue luchando para que los empresarios responsables le devuelvan en dinero lo que nunca recuperará.
“Él estaba adelante, del lado
en que se iba a caer el árbol, a unos siete u ocho metros; supuestamente, no lo
iba a tocar, pero cayó y le pegó una rama que salía para el costado”,relató su
hermano. La rama impactó directamente en su cabeza, porque Luis no llevaba
casc...
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