Supongamos que la bomba hubiera sido arrojada en Montevideo, digamos en un lugar altamente simbólico, a los efectos de mandar una fuerte señal a los uruguayos en tiempos de guerra. En el supuesto caso de que el lugar elegido hubiera sido, pongámosle, el Estadio Centenario, el 90 por ciento de las personas que se encontraran paseando por la calle Rivera o por 8 de Octubre, o caminando cerca del Obelisco o por Francisco Simón, yendo al Hospital Militar o al Casmu de Abreu, habrían muerto de inmediato y no habría quedado ni un solo edificio en pie. Un poco más lejos, a la altura de 18 de Julio y Pablo de María, pongámosle, o en el barrio Goes, en avenida Italia y Propios o en la Facultad de Comunicación o las inmediaciones del Montevideo Shopping, los muertos habrían llegado hasta un 70 por c...
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