El universo aquí - Semanario Brecha

El universo aquí

Lola Nieto y sus libros de poemas editados: Alambres (Kriller71, 2014) y Tuscumbia (Harpo Libros, 2017).

Siempre confundieron a mis hermanas con gemelas. Las dos con el pelo oscuro, lacio, mi madre empecinada en hacerles siempre el mismo corte. Mis hermanas se llevan un año y medio de diferencia, pero la menor creció tan rápido como sus rodillas la dejaron, desesperado su cuerpo de dejar de ser el infante de la familia. Y se prendieron de las manos, con el mismo apellido clavado debajo del cerquillo –y ese apellido siempre distinto al mío–, la misma expresión de inteligencia haciendo temblar los ojos en una negros, en la otra verdes.

Nosotras nacimos cogidas de las manos.

Nosotras vivimos aquí nosotras deseamos morir/ aquí.

Mis hermanas no son tétricas. Son jóvenes y están llenas de vida, pero cuando Lola Nieto las enuncia –y puedo decir con certeza que sí, que las enuncia, que las está enunciando, que no deja de masticarlas– se desfiguran inmediatamente y comienzan a recorrer los pasillos de todas las casas que me atreví a ocupar.

Lola Nieto es de Barcelona, nacida en 1985. Es doctora en filología hispánica por la Universidad de Barcelona y tiene dos libros de poemas editados: Alambres (Kriller71, 2014) y Tuscumbia (Harpo Libros, 2017).

Nacimos/ aquí/ cuando era invierno/ quisimos nacer/ a la vez/ y nuestra madre no pudo/ soportarlo ella/ murió y nosotras/ estamos aquí/ vivimos.

Puede que el trabajo real detrás de esta escritura maniática y borderline sea, en realidad, un esfuerzo por negar la vida. Vivir para negar la vida. Vivir y hablar la doble sintaxis, vivir buscando constante sentido, pero sin sentir absolutamente nada. La ontológica batalla de inventar mentiras para no tener que creer nunca en nada, para así poder negar la importancia de mi vida. Negarme la vida para así poder vivir sin las revueltas existenciales; vivir en el equilibrio de querer y no querer, en el equilibrio de no querer y olvidarme de que no estoy queriendo.

El gato se retuerce a mi lado. Mis hermanas llegan, dejan sus mochilas, se toman de la mano

(Nosotras vivimos aquí nosotras deseamos morir/ aquí.)

Si tiembla, puede llegar a escapar, ella, Lola; si tiemblo, puedo llegar a escapar. Si tiemblo, me escapo yo, pierdo mi forma al hacerlo. Tiemblo. El límite, el borde se empieza a deshacer, a borrarse a romperse a palpitar; si tiembla, ella, mis hermanas, el gato, yo, desaparezco; no se puede señalar lo que no está, no se puede dormir sobre brazos que ya no existen. No dejar hablar a los enfermos y abrazarlos con tanta fuerza que queden las manos llenas de su cenizas, de una vez por todas (Nosotras vivimos aquí nosotras deseamos morir/ aquí) comer el dolor de sus heridas, de a pedazos pequeños pequeños pequeños para saciar el hambre de nuestro propio bienestar, para así sentirnos bien, para rascarnos las espaldas y la espalda del gato y la de Lola y la de mis hermanas; para así sentirnos bien. Perderse en la vuelta a casa, llegar sucia todos los días cuando comienza la mañana; perder los dientes, vivir. Perder los dientes, vivir, por un rato, vivir. Por un rato, dejar de pensar en la existencia para así poder vivir. Renunciar a todo, escribir cosas que no son importantes. Escribir esto no es importante.

Lola Nieto tiene un doctorado en filología hispánica de la Universidad de Barcelona y dos poemarios editados, Alambres (Kriller71, 2014) y Tuscumbia (Harpo Libros, 2017).

Nosotras nacimos

cogidas de la mano

estamos unidas porque nos damos la mano y nunca nos hemos dejado de

tocar.

Nacimos aquí cuando era invierno y temblamos para escapar. ¿Qué forma tiene algo que tiembla? ¿qué es salir?/ colgada de la boca/saliva y entramada/ péndula pendulárea/ ¿tendrá/acurruca-/ ditos/ los/ ojos?

Miro y no me atrevo. ¿Qué es salir? Recuperar la postura anterior al temblor, volverme un bicho bolita, volver a enfrentarme al enfermo, al gato, a mis hermanas, a Lola, a los abandonos, ¿qué es salir? Colgar de la boca de los otros, difusa; nosotras nacimos aquí en invierno y temblamos para desdibujarnos, para dejarnos existir para dejar de existir e irnos. Tomadas de la mano. Tomadas del brazo, acariciarnos las escamas, nuestra propia piel verdosa, perséfone/ tiene mentira. Sola y múltiple, Lola, bucle sonoro, ¿quiénes somos y por qué te miramos? Si deformes y libres/ nadie nos desea.

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