Ser mujer y querer desarrollar la vocación por las ciencias duras es adentrarse en un camino lleno de escollos. Los números muestran la baja presencia de científicas en algunas áreas de la ciencia uruguaya, y los testimonios explicitan las dificultades: la disyuntiva entre el trabajo y la familia, la necesidad de demostrar doblemente la capacidad, los prejuicios disfrazados de argumentos académicos.
Son muchas las muertas para lo que va del almanaque, si bien una ya es demasiado. Frente al hecho de que haya mujeres arrancadas del mundo por ser mujeres, alguien alguna vez podría preguntarse por el sentido de dedicar tiempo al asunto de la vocación y la ciencia. Por esta razón, cuando comienza la entrevista, la decana de la Facultad de Ingeniería de la Udelar, María Simon, plantea: “Pensar l...
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