Con más de trescientos infectados, 12 muertos y la suspensión del carnaval de Venecia, los italianos se preparan para el impacto económico tras la epidemia. Mientras tanto, los habitantes de los pueblos afectados se enfrentan a situaciones inesperadas, impedidos de salir mientras dura la emergencia.
En Vo’ Euganeo,
el alcalde ordenó cancelar todas las actividades públicas y religiosas, cerrar
las escuelas y los comercios (excepto aquellos donde se adquieren alimentos y
las farmacias), interrumpir el transporte público y prohibir toda entrada y
salida del pueblo. A toda la población (aproximadamente 3.300 habitantes) se le
ofreció hacerse al test del coronavirus, que consiste en tomar una muestra de
la garganta con un hisopo.
En este pueblito del norte de Italia, en la región del Véneto,
ap...
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