La propuesta aprobada por el Legislativo limitaba el área a forestar. Disponía que el total de bosques de rendimiento y generales plantados no podía superar el 10 por ciento de la superficie del país bajo explotación agropecuaria. Dado que en nuestro país la superficie forestal ya supera el millón de hectáreas, el margen disponible eran unas 600 mil más. A su vez, pretendía ajustar la actividad a los suelos tipificados como de prioridad forestal y solo admitía excepciones para bosques de servicio, destinados, en general, a reparo de viento y sombra. También avanzaba en medidas para la preservación y el control de los suelos y en la necesidad de habilitaciones previas cuando la superficie de los bosques superara las 40 hectáreas.
Era un cambio importante. Hasta el momento, las plantaciones ...
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