Los británicos votaron este jueves en un contexto de ebullición política marcado por la postergada salida de la Unión Europea y el brutal ajuste económico aplicado por el gobierno conservador. A pesar de la hegemonía tory, una nueva cultura laborista volcada a la izquierda estimula la olvidada pero latente conciencia de clase de los trabajadores. Estas elecciones son un episodio más de una larga crisis política que no está todavía resuelta. Para entender lo que está en juego, conviene ir unos años hacia atrás. Hace cinco años, todo parecía normal en la política británica. Aunque la gente sufría por las políticas de ajuste que habían impuesto los gobiernos conservadores (aliados con los liberales) después de la crisis de 2008, el sistema político británico estaba dominado por centristas ne...
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