Para quien, como el que escribe, comenzó a reflexionar sobre la historia, a pensar la historia y a pensar en hacer de la historia su profesión teniendo entre sus referentes a Eric Hobsbawm, la muerte de este historiador británico deja un sentimiento de vacío, además de científico y profesional, humano.
Occidental pero no occidentalista, Hobsbawm estudió Occidente cuando éste era el centro del mundo, el motor del progreso social, político, tecnológico, económico. Irreductiblemente marxista y anticolonialista, siempre percibió la centralidad de Occidente (incluso en su obra sobre el siglo xx como edad de los extremos, el más conocido pero no el más importante de sus trabajos1) como un fenómeno histórico, no como un destino.La historia, para él, continuó siendo aquella que había enseñado...
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