El conservador Partido Democrático Esloveno, liderado por el ex primer ministro Janez Jansa, obtuvo el 24,96 por ciento de los votos en las elecciones parlamentarias eslovenas y se quedó con 25 diputados sobre un total de 90 de la Asamblea Nacional. Detrás de Jansa se colocaron las tres formaciones socialdemócratas: la lista de Marjan Sarec, alcalde de la ciudad de Kamnik, con el 12,6 por ciento y 13 bancas; el partido Socialdemócratas con 9,95 por ciento y diez bancas; y la lista de Miro Cerar, ex primer ministro (que renunció en marzo pasado), con el 9,74 por ciento y diez bancas. El quinto lugar fue para Levica (Izquierda Unida), que alcanzó un inesperado 9,22 por ciento y se quedó con nueve bancas. Estas tres formaciones esperan dialogar entre sí para frenar el avance de Jansa, un conservador aliado regional del premier húngaro Viktor Orban, con quien comparte la defensa del cierre de fronteras a los refugiados sirios que llegan a Europa (véase Brecha, 1-VI-18).
Detrás de la centroizquierda quedaron otros partidos menores, como los socialcristianos de Nueva Eslovenia con 7,1 por ciento y siete bancas; la lista de Alenka Bratusek (la ex primera ministra entre 2013 y 2014) con 5,12 por ciento y cinco bancas; el partido de los pensionistas con el 4,91 por ciento y cuatro bancas; y el partido Nueva Eslovenia, de ultraderecha, con el 4,7 por ciento y cuatro bancas. Estos últimos apoyarán a Jansa y su partido en el parlamento.
El presidente esloveno, Borut Pahor, un político influyente que fuera primer ministro entre 2008 y 2012, y es presidente desde este último año, aseguró a la Radio y Televisión Eslovena (Rtvslo) que el nuevo parlamento podría empezar a funcionar a partir del 23 o el 24 de junio próximo, y que la “honestidad señala que Jansa debe ocupar el cargo de primer ministro y dejar los debates para el parlamento”. Los analistas matizan el triunfo de Jansa señalando que tendrá que hacer grandes esfuerzos de negociación en la Asamblea Nacional para conseguir el respaldo necesario para formar gobierno, en momentos en que la crisis económica eslovena genera tal escepticismo que el líder de la ultraderechista Nueva Eslovenia llegó a plantear la salida de la zona euro.
Los comicios se caracterizaron por registrar la más baja participación desde la independencia, en 1991. Apenas 52 por ciento del padrón electoral votó.