Este guitarrista jazz-ta de vuelta - Semanario Brecha
Mike Stern

Este guitarrista jazz-ta de vuelta

↑ Sandrine Lee

Si bien en los últimos años hemos tenido la oportunidad de ver a célebres artistas y bandas de rock en nuestro país, antes teníamos que ir por lo menos hasta Buenos Aires. Sin embargo, por alineación de los astros y mucha suerte, en lo que al jazz refiere, siempre hemos podido ver a varios de los artistas más importantes de la historia. A veces, con aún más suerte, los vimos más de una vez. Es lo que sucede ahora con el mítico guitarrista Mike Stern, quien, luego de su visita en 2015, vuelve a Uruguay con una nueva formación para tocar el 5 de marzo en la Sala Zitarrosa.

Stern es parte de una camada de guitarristas que apareció por mediados de los setenta, que tomaban eso que estaba sucediendo en el jazz fusión del momento, pero que, debido a una adolescencia también cargada de otras músicas populares, fueron empujando las cosas a otros terrenos. En su caso, empezó con Blood, Sweat and Tears y posteriormente se sumó a la banda del baterista Billy Cobham, pero su nombre empezó a volverse icónico gracias a su pasaje por la banda de Miles Davis. «Miles fue una de mis mayores influencias, aprendí mucho de él. Aprendí a estar al servicio de la música, a tocar siempre con el corazón, a intentar desarrollar una propuesta propia, muchos conceptos que obviamente me marcaron. Creo que Miles es un artista que trasciende lo musical, es como Picasso o Dalí, que significan una gran influencia para todo el mundo», comenta Stern a Brecha.

En 1983 lanzó su primer álbum solista, Neesh, que según Stern fue un momento bisagra, pues fue «cuando dejé de ser el guitarrista de… y propuse “algo” por primera vez». Esto no es llamativo, porque, además de ser un disco a su nombre, es un disco de estudio, y si hay algo que caracterizó a su generación fue concebir el trabajo en estudio como algo muy diferente al trabajo en vivo, algo que en el jazz no era tan evidente pocos años antes de ese lanzamiento. Aunque algunos de sus contemporáneos adaptan sus músicas de estudio para un concierto –ejemplos evidentes son los de Pat Metheny o Bill Frisell–, en su caso las intenciones son otras: «Cuando grabo un disco, pretendo tocarlo en vivo lo más parecido posible, y con los músicos que puedan interpretarlo tal como fue grabado, pero aportando su visión». El concierto es un devenir del trabajo en estudio y no una readaptación de aquel ideal imposible.

LA VELADA POR VENIR
Para el 5 de marzo, Stern estará acompañado por la guitarrista y cantante alemana Leni Stern, el bajista argentino Javier Malosetti, el saxofonista estadounidense Bob Franceschini y el baterista argentino Juan Chiavassa. «Siempre busco músicos que toquen con el corazón, que sean propuestas sinceras, antes que la performance o la técnica», dice Stern sobre su elección. Pero una vez puesta la banda en marcha, hay algunos aspectos que él tiene en cuenta: «Hay ciertas cosas que me parecen esenciales, como que los músicos que participen estén atentos a lo que tocan sus compañeros, que escuchen a todos, que la música fluya y que todos estén al servicio de esta. Creo que son actitudes fundamentales».

Una pregunta que a veces pasa por nuestras cabezas es qué estarán buscando actualmente aquellos artistas que ya han hecho más de lo imaginable y cuyas huellas en la historia de la música equivalen a las de un mastodonte. «Respecto a la guitarra, te diría que la búsqueda es infinita. Siempre puedes dar un paso más, estoy seguro de eso. Creo que estamos en el medio de un cambio, el jazz está cambiando, pero porque el mundo está cambiando. Y, aun así, todavía se puede escuchar en Nueva York a un pianista de la vieja escuela tocando bebop o blues, y eso es algo que debemos festejar.»

Mike Stern está a cuatro días de tocar en Montevideo, y si hacemos lo que debemos, a cuatro días de estar a solo unos metros de nosotros. Mi recomendación es, de acá al 5 de marzo, recorrer su discografía –como solista, vayan por Time in Place, y como acompañante, vayan por We Want Miles– para llegar en la mayor sintonía posible y así ver a un guitarrista que, en sus propias palabras, es «solo alguien que dio más que un cien por ciento».

LA YAPA QUE NOS GUSTA
Nada mejor que saber qué escuchan los músicos que nos encantan. Le pregunté a Stern qué jóvenes contemporáneos recomienda: «Uf, miles, seré injusto con varios que me gustan, pero no recuerdo sus nombres. Leo Genovese es un joven pianista que admiro. Wayne Krantz es un guitarrista que me ha influenciado mucho y siempre que puedo trato de ir a escucharlo». ¡A buscarlos!

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