Ficción: corazón caliente del mundo - Semanario Brecha
Cultura Suscriptores

Ficción: corazón caliente del mundo

Leído y a menudo malquerido, Michel Houellebecq en su última novela “Sumisión” vuelve a meter el dedo en las llagas de una Francia atribulada; los terremotos de malhumores y entusiasmos que este novelista provoca no son ajenos a su claro oficio de narrador y de inventor de historias.

Michel Houellebecq / Foto: AFP, Miguel Medina

El previo fervor y la misteriosa lealtad con que los lectores se acercan a un libro indican, dice Borges, su carácter de “obra clásica”. ¿Con qué disposiciones de ánimo nos acercamos a las novelas de Michel Houellebecq? El barullo mediático que rodea a ese señor personaje que es Michel Houellebecq aconseja descartar la “misteriosa lealtad” y pensar en formas de la curiosidad e, incluso, de la incredulidad. (Días atrás me escribía un amigo, fino lector, asombrado de haber devorado al hilo varias novelas de Houellebecq y de haberse topado con un “escritor excepcional”.)

Macilento, verdoso, forunculoso, desdentado, con restos de crenchas grasosas o pajizas sobre el cráneo, con un pucho como apéndice insecable, penetrado por la nicotina y el alcohol: así ha aparecido Houellebecq, fotografia...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2004 Suscriptores
Las inversiones de las empresas públicas en el actual período de gobierno

Se enfrían

Edición 2004 Suscriptores
Mario Bergara renunció a la pretensión de ser el presidenciable del FA

La fuerza de los dos polos

Edición 2004 Suscriptores
El MI no le respondió al Senado sobre la actuación de Capretti en el caso Astesiano

Si pasa, pasa

Edición 2004 Suscriptores
Uruguay batió un récord en la importación del principio activo de la Ritalina en 2023

Quédese quieto

Edición 2004 Suscriptores
Con Karina Batthyány, sobre el Sistema Nacional de Cuidados

«No solo no se avanzó, se retrocedió»