“Y ahora/ prometo seguir para adelante/ con traumas o no/ o como pueda/ y no pararme a mirar lo terminado/ ni para enmendar las faltas/ ellas/ se arreglan solas con el tiempo”
Gladys Afamado2
Sorprende que en el auge del grabado “brutalista” uruguayo de los años sesenta, con Carlos Fossatti y Miguel Bresciano a la cabeza en el Club de Grabado de Montevideo (Cgm), pero también dentro del Grupo de Toledo Chico y otras vertientes gráficas ajenas al club, Gladys Afamado (Montevideo, 1925) haya encontrado un lugar tan personal y sutil. Fue un proceso gradual y una conquista, no exenta de determinación.3 En los primeros linóleos de los años sesenta, aún un poco “brutos” al modo de sus compañeros (“Acurrucada” y “Mónica”, de 1962), ya se deja entrever algún indicio. La sutileza, el fino tr...
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