Si no paradójico, es por lo menos curioso que la socióloga Rosina Piñeyro haya centrado en la corrupción su tesis de doctorado en La Sorbona de París –que tituló «La corrupción entre el deseo y la muerte de la política», en 1998– y que tres décadas más tarde su hijo, Juan Sartori, esté en permanente tensión con la Junta de Transparencia y Ética Pública (JUTEP), también conocida como junta anticorrupción. Además del vínculo familiar, Piñeyro fue la segunda suplente de Sartori en la lista 880 en las elecciones pasadas y ha sabido suplirlo en 19 de las 112 ocasiones en las que el senador no asistió al plenario de la cámara alta en lo que va del período legislativo: tiene 111 solicitudes de licencia y una falta sin aviso, según la web del Parlamento, una asistencia de 41 por ciento (que en el...
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