Contramarca nació allá por el 2000 como iniciativa de un grupo de amigos que se reunía en asados y otros eventos familiares, y que decidieron que no sería mala idea canalizar el común amor por la música armando un grupo y grabando una demo.
Muchos años después, con la banda consolidada y con un lugar firme en el ámbito de la música popular uruguaya, Contramarca mantiene ese espíritu inicial de camaradería por sobre todas las cosas. La forma en que los arreglos de voces incluyen permanentemente el canto coral y los arreglos a varias guitarras parece afirmar concluyentemente ese espíritu inicial.
En la página web del grupo se afirma que cultivan canto popular, folclore, murga y candombe, pero escuchando su último disco, Tiempos, descubrimos también otras influencias, como por ejemplo el rock, ya que también aparecen los arreglos donde la guitarra eléctrica desempeña un rol principal.
A poco de formado, el grupo graba su primer disco, Tropeando sueños, en principio como una demo, con el propósito sobre todo de escucharse, pero que luego derivaría en un disco propiamente dicho.
El segundo trabajo grabado llegaría en 2004 y se llamaría Silbando contra el viento.
En el pasado 2015 llega entonces Tiempos, tercer disco de este grupo que ha caminado muchísimo los escenarios de festivales y otros eventos, y que ha sabido compartirlos con nombres de peso en la música popular uruguaya como Pepe Guerra, Pablo Estramín, Larbanois y Carrero, Dino, Héctor Numa Moraes, Tabaré Cardozo, Malena Muyala y hasta No te va gustar.
La formación de Contramarca en este último disco está constituida por Alfonso Fossati, Bernardo Perrier, Miguel Pantazoglu, Gonzalo Gastelú, Nicolás Albornoz y como invitado el celista Bruno Masci. Albornoz y Pantazoglu tienen a su cargo la casi totalidad de las autorías.
Contramarca confirma en este tercer disco que se trata de un grupo con buena musicalidad, arreglos instrumentales sobrios y sencillos que funcionan muy bien, y en especial un par de voces solistas más que interesantes, las que son en general respaldadas en estribillos y otras partes de las canciones por el canto coral de otros integrantes del grupo, logrando un buen efecto.
Estos dos solistas tienen voces bien timbradas, de excelente afinación, aunque también un cierto amateurismo –por ejemplo, no se animan con el vibrato–, muy aptas para interpretar sus canciones cálidas y con textos muy cuidados, que merecen conocerse.
Este disco, grabado durante largo tiempo, entre 2011 y 2015, tiene unos cuantos puntos altos: “Tu verdad”, con sus guitarras eléctricas y su atmósfera pop pero a la vez tanguera y milonguera, en una fusión muy interesante; “Algo que contar”, con sus aires de joropo; “En el aire”; las baladas “Llamadas del primer mundo”, con un sentido texto; “Un mejor lugar” y, sobre todo, la preciosa canción “Noche del alba”, donde texto y melodía se conjugan en forma magnífica.
Tiempos demuestra que Contramarca ha sabido ganarse un lugar a base de buen gusto y talento. Seguramente el futuro encontrará a sus integrantes más maduros y experimentados como músicos y entonces cabe esperarse más de un nuevo trabajo que reafirme y expanda su propuesta.
Tiempos. Contramarca. Sondor, 2015.