En 1914, cuando David Wark Griffith completó El nacimiento de una nación (The Birth of a Nation, 193 minutos, versión restaurada por el moma), Hollywood tenía menos de dos años, y esta película de más de tres horas fue uno de los primeros largos de la historia del cine. En varios lugares el cine alcanzaba duraciones imprevistas: en Italia Cabiria, de Pastrone; en Suecia varias películas de Sjöström y Stiller; en Estados Unidos El romance desinflado de Tillie (Tillie’s Punctured Romance), de Mack Sennett con Charles Chaplin, y algunos ensayos previos de Griffith: La conciencia vengadora (The Avenging Conscience, sobre Poe), Hogar dulce hogar (Home Sweet Home). Antes de Hollywood el cine se exhibía a cinco centavos la entrada en barracones (nickel odeons los llamó la ironía de la época), y l...
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