Las alarmas por lo que pudiera ocurrir con la democracia en Venezuela se dispararon en el hemisferio la última semana, después de que el Tribunal Supremo de Justicia (Tsj) asumió las funciones de la Asamblea Nacional (el parlamento), despojó a los diputados de prerrogativas e inmunidad y entregó aun más poderes al presidente, Nicolás Maduro.
Entre las reacciones, las de la Organización de Estados Americanos (Oea) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y, al final, también Uruguay) colocaron al gobierno de Maduro en el banquillo de los acusados y le demandaron rectificaciones, en tanto la trastabillante oposición interna regresaba con nuevos bríos a la protesta callejera.
Quienes se oponen al gobierno de Maduro dentro y fuera de Venezuela le demandan la liberación de un centenar de polí...
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