Hágase la luz - Semanario Brecha

Hágase la luz

Luego de un largo proceso de investigación y desarrollo, el poblado indígena de Nuevo Saposoa encontró la solución a la falta de electricidad. Se trata de un modelo que integra energía limpia y autosostenible, utilizando adecuadamente la riqueza natural de la zona. La fuente de energía es una planta.

Los 173 habitantes del poblado indígena de Nuevo Saposoa, en la zona amazónica peruana, llevaban meses viviendo a oscuras, ya que en el pasado mes de marzo una inundación destrozó el suministro eléctrico afectando a toda la población. Preocupados principalmente por los escolares que debían alumbrarse con encendedores, un grupo de estudiantes y docentes de la Universidad de Ingeniería y Tecnología de Lima, Perú (Utec), iniciaron una investigación para ofrecerles una alternativa acorde a su realidad geográfica, a partir del estudio de sus corrientes de agua, la vegetación y el suelo.
Luego de un largo proceso de investigación y desarrollo, el resultado obtenido como solución a la falta de electricidad fue la “plantalámpara”. Se trata de un modelo que integra energía limpia y autosostenible, utilizando adecuadamente la riqueza natural de la zona. La fuente de energía es eso: una planta.

Las plantalámparas consisten en “lámparas eficientes de bajo consumo (300 lúmenes)”, explicó el docente Elmer Ramírez a Bbc Mundo. “Las plantas toman el CO2 (dióxido de carbono) y la radiación solar del ambiente y, debajo de la tierra, el agua y los minerales”, recordó, y “a través de estos componentes obtienen nutrientes para su desarrollo, que fabrican en exceso”. La planta expulsa al terreno los nutrientes que le sobran, interactuando con microorganismos a través de un proceso electroquímico en el que se intercambian electrones. “Nosotros capturamos esos electrones a través de electrodos y los trasladamos a una batería, la cual, cargada con esa energía, nos permite encender una lámpara eficiente de bajo consumo”, agregó.

Según los expertos, las plantalámparas generan luz durante dos horas y pueden recargarse de forma natural “a través de la electricidad de la planta, durante el día”. Se trata de un sistema “libre de contaminación”. Los insumos necesarios, además de la planta o vegetal vivo, son: tierra; macetero con sistema de riego; interruptor con función de encendido, reposo y carga de batería; puerta de apertura para acceder al sistema generador de energía; sistema generador de energía compuesto por grilla y electrodos; tarjeta electrónica para controlar el sistema; conectadores; alimentadores de energía y luminaria led.

Con esta campaña de movilización social, que recibió el nombre de Ilumina la Selva, la Utec pretende “poner a la comunidad digital en los zapatos (o en los ojos) de un poblador de la selva para entender cómo la falta de luz puede afectar acciones cotidianas en nuestro día a día”. Además considera que “la creación de este proyecto responde al ímpetu de demostrar que a través de la ingeniería se pueden resolver problemas de la sociedad”. En el caso de la comunidad Nuevo Saposoa, sus principales actividades productivas son la agricultura, artesanías, pesca y la extracción de madera y aguaje. Tiene carencias y falta de acceso a servicios como la energía eléctrica, y débiles capacidades para aprovechar comercialmente los productos del bosque y defenderse de las amenazas de invasiones y la tala ilegal de especies maderables.

El desarrollo de las “plantalámparas” se llevó a cabo a través de un trabajo continuo durante un período de cuatro meses. Ahora el objetivo es “continuar con la investigación y ver qué resultados se obtienen”, explicó Ramírez. “Otros proyectos similares que existen en países desarrollados están todavía en fase de investigación (…). Nuestra solución es más específica, a menor escala, con la función de iluminar determinadas zonas de la selva”, declaró.

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