Pablo Carrasco sale de la sede de los Juzgados Letrados de Concursos de Primer y Segundo Turnos, en la calle San José, escoltado por la policía y por uno de los abogados que lo representan ante la justicia concursal, Gabriel Fernando Vollono Di Mauro. Es 3 de abril. Carrasco y Vollono vuelven a esgrimir los argumentos que vienen sosteniendo desde el mes anterior: Conexión Ganadera es un negocio financiero, los inversores ya no son citadinos que engordan sus ahorros en el campo, sino prestamistas que han cobrado a la empresa tasas usureras y que a lo largo de diez años recibieron, en conjunto, 110 millones de dólares en intereses, por los que deberían haber pagado impuestos. Con ese encuadre de los hechos, intentan contener el aluvión de demandas de los damnificados (ver la nota vinculada)....
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