La movilización del 8 de marzo de 2019 tuvo algunas características nuevas respecto de años anteriores. Además de una participación mucho mayor en todo el Interior, donde se llenaron las plazas de todas las ciudades, en Montevideo la mayoría de las mujeres ya no marcharon “sueltas”, de modo independiente, sino organizadas en colectivos y colectivas. Las lógicas de participación social del feminismo han implicado que las mujeres y las disidencias se organicen en grupos vinculados con sus pertenencias barriales, sindicales o político-partidarias, pero, sobre todo, con sus profesiones: se hizo realidad el colectivo de maestras feministas, por ejemplo, que era impensable apenas unos años atrás.
Durante 2018, las trabajadoras que más se organizaron fueron las que pertenecen a las distintas ramas del arte. No parece casual que, en las áreas vinculadas con la cultura, el discurso feminista haya tenido tan amplia resonancia: en la representación artística la equidad de género está muy lejos de conseguirse. El colectivo Mujeres Audiovisuales congrega a las mujeres técnicas del cine y la televisión; las mujeres de las artes visuales hicieron un llamado abierto para comenzar a juntarse; las murguistas se organizaron en el Encuentro de Murgas de Mujeres y Mujeres Murguistas; las actrices se organizaron en diversos grupos, y las mujeres de la música se armaron con el hashtag #músicasunidasuruguay, para que los reclamos vinculados con la paridad puedan encontrar nuevas resonancias.
La semana pasada salieron a la luz la grilla de la Semana de la Cerveza, en Paysandú, y del festival Minas y Abril, en Lavalleja. En el caso de Paysandú, se trata de más de 30 números musicales, entre los que no es posible encontrar ni una sola mujer. El único espacio ocupado por una figura femenina es el de embajadora, que se elige entre chiquilinas apenas mayores de 18 años, como en un concurso de belleza. En Minas y Abril no es una embajadora: es una reina. Por lo demás, ni una sola mujer sobre el escenario.
Las músicas se organizaron para protestar, y el lunes 1 de abril enviaron una carta pública a Adriana Peña, intendenta de Lavalleja y presidenta del Congreso de Intendentes del Uruguay, en la que exigían que se reconsideraran ambas grillas y argumentaban que “la igualdad de género no es sólo un derecho humano fundamental, sino la base para un mundo pacífico, próspero y sostenible”. La carta está firmada por más de cien cantantes, compositoras e instrumentistas.En el muro de Facebook de la comunicadora Mónica Willengton, que compartió la carta, la intendenta Peña argumenta que son cosas que “no se toman en cuenta, pero no es con maldad”. Es evidente que la conciencia de género no es uno de los fuertes de su gestión, a pesar de haber sido la primera mujer en la historia electa para ser presidenta del Congreso de Intendentes.
En el caso de la Semana de la Cerveza, que organiza la Dirección de Promoción y Desarrollo de la Intendencia de Paysandú, se designa cada año un Comité Organizador, pero la grilla de espectáculos del escenario central está tercerizada, a cargo de una empresa privada. El presidente del comité, Alejandro Leites, dijo en una entrevista realizada por Sol Bauzá que lo importante era darles espacio a los artistas locales y a los músicos que convocaran gente, con lo que dio por entendido que ninguna artista era capaz de tal logro. Es una declaración extraña, ya que en la grilla pueden verse artistas muy importantes, pero otros casi desconocidos. Frente a los cuestionamientos de una edila que se quejó por las letras misóginas de la banda argentina Damas Gratis, que sí estará presente, Leites declaró que tener en cuenta esos reclamos “sería desconocer nuestra cultura de frontera, ya que muchas veces para Paysandú importa más lo que pasa en Argentina que lo que pasa acá”. Los pruritos y cuidados para con la cultura local y de frontera no se aplican, con el criterio de Leites, a las mujeres del departamento y a su interés por verse representadas.
Pese a tercerizar desde hace años las decisiones vinculadas con los contenidos culturales que se aprecian en el escenario central, el Comité Organizador le pidió a la Dirección de Cultura de la Intendencia de Paysandú que generara otras actividades en el predio. La directora de Cultura, Cinthya Moizo, informó a Brecha que vienen trabajando desde principios de año para que, en el predio, haya escenarios alternativos con espacio para los jóvenes: “Fuimos a buscar a todos los colectivos de arte que ya estaban organizados en Paysandú, y aprovechamos la instancia para compartir ideas y aprendizajes sobre profesionalización y gestión cultural. Son más de 198 artistas de todas las ramas del arte, de los cuales 50 por ciento son mujeres. Tienen de 11 a 30 años; las nuevas generaciones son diferentes”.
Gracias a la carta de las músicas uruguayas, que tiene el interés de haber sido respaldada por un colectivo compuesto por mujeres de todas las edades y pertenencias políticas, se incluyeron dos artistas en el escenario central de la Semana de la Cerveza: Laura Canoura y Mónica Navarro. En el caso de Minas y Abril, el reclamo parece haber caído en saco roto. Pero, de todos modos, el precedente está sentado: las mujeres de la cultura uruguaya existen y no se callan más.