La corriente a la que se adscribe Javier Milei, que admite variadas denominaciones, una de las cuales es paleolibertarianismo, surgió en Estados Unidos en la última década del siglo XX, y uno de los indiscutibles méritos del candidato es el de haberla adaptado a las particulares condiciones de la realidad argentina, tan diferentes de las circunstancias originales que enmarcaron su nacimiento.
Ha podido sostenerse que el voto hacia Milei no fue ideológico. Ello puede ser verdad, o puede que no. Es indudable, en cualquier caso, lo siguiente: que el discurso de Milei lo es. El domingo de noche, en su alocución triunfal desde su búnker de campaña, el candidato repitió punto por punto el símbolo niceno de su credo: el liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo; está ...
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