El proyecto Crímenes. Femicidios del siglo XX en el Río de la Plata nace durante la pandemia, luego de que los casos de violencia de género aumentaran con el confinamiento. El equipo pensó de qué forma abordar este tema tan doloroso desde el arte y surgió la idea de realizar esta serie de radioteatro en formato de pódcast. Se trata de ocho capítulos que hablan sobre siete femicidios y un asesinato por encargo (el caso Livingston) seleccionados luego de una investigación histórica sobre estos hechos de sangre ocurridos en el siglo XX en Uruguay y Argentina.
Un abordaje realista del relato es la base para esta vuelta al género del radioteatro, ahora pensado para un público contemporáneo. La narración está a cargo del reconocido Hugo Fontana y la dramaturgia la llevó a cabo Gabriel Calderón. Las actrices que participan del medio uruguayo –quienes también dirigen– son Pelusa Vidal, María Varela, Margarita Musto, Isabel Legarra y Cecilia Baranda, acompañadas por los actores argentinos Guillermo Arengo y Lalo Rotavería. Los capítulos se estrenan todos los martes a las 13.30 en Radio Cultura AM 1290, en el programa Espíritu libre, de Gustavo Rey. Para 2022, se planea transmitirlos por Radio Uruguay y subirlos a una plataforma libre para descargarlos de forma gratuita.
La productora Daniela Pauletti adelantó a Brecha: «Cada capítulo cuenta un caso diferente. Es un proyecto que ganó Iberescena en la modalidad de coproducción con Argentina. Lo dirigen cinco directoras de nuestro medio teatral. Fue un proyecto pensado para ser cien por ciento online, con su mezcla final hecha en Montevideo en Audiosur, ya que el director de sonido es Carlos García. Se hizo una investigación de material de prensa y libros (Cosecha de sangre de Yvette Trochón fue una gran referencia) sobre crímenes reales que ocurrieron en el siglo XX en el Río de la Plata y se convocó a Fontana, que es un narrador muy conocido en nuestro país. Calderón tomó las narraciones de Fontana e hizo la dramaturgia, siempre pensando en un estilo bien rioplatense que roza el humor negro. En los capítulos se visibiliza la violencia de género y los casos terribles que sucedieron, pero se utiliza el lunfardo para atrapar al espectador. Se retrata el contexto de la época, las radios, las publicidades del Montevideo y el Buenos Aires de 1930 a 1950».
Estas son las historias que cuentan los cuatro primeros capítulos: el femicidio de Petrona López en la rambla del Parque Rodó, en 1923; el asesinato de Celia Rodríguez Larreta a manos del teniente Adolfo Latorre, en 1904; la muerte, en 1928, de Julia Iriarte en un prostíbulo de Ciudad Vieja, a manos de Máximo Cándido Araujo –un soldado que volvió a repetir su crimen con la meretriz Beatriz Suárez Danes–, y el asesinato de Jacinta Correa, perpetrado en 1929 por los peones de su esposo, a quienes él les había encargado la tarea. Los cuatro episodios siguientes trabajan la historia del Sátiro de Pocitos, Francisco Castellanos, que cometía robos y violaciones en 1964; el caso de la uruguaya Carmen Guillot y su esposo asesinado Frank Carlos Livingston; el descuartizador de Barracas, barrio de Buenos Aires, en 1955 –que implicó la muerte por asfixia de la empleada Alcira Methyger, luego descuartizada por Eduardo Burgos, hijo de una familia acaudalada–, y, finalmente, la historia de Raúl Barón Biza, que arrojó ácido en el rostro de una de sus dos esposas para luego suicidarse.
La serie busca reflexionar acerca del camino que aún falta recorrer para llevar adelante un verdadero cambio social hacia la igualdad. Así, logra visibilizar cómo fueron cambiando las concepciones socioculturales de la masculinidad y la violencia de género, promoviendo la reflexión sobre nuestro pasado y abriendo líneas de interpretación acerca de su vinculación con el presente.
