Se dice que es una práctica en desuso, sin embargo se ve como algo profundamente arraigado y hasta aceptado a nivel social. La iniciación sexual de varones con prostitutas a menudo se da a temprana edad, a veces conducidos por algún pariente, en compañía de algún amigo, en salidas en barra. La presión social por “concretar” la hombría a menudo lleva a experiencias poco placenteras o directamente desagradables. Brecha recabó un puñado de relatos de iniciación que parecen encontrarse bastante alejados de experiencias “ideales”.
Si se pensara al revés sería visto como una auténtica aberración, un abuso imperdonable: la idea de una chica adolescente de 13 o 14 años, llevada por un pariente a perder la virginidad con un hombre mayor, no sólo es impensable, sino que no tiene cabida en nuestro im...
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