En marzo de 2012 vivía en Buenos Aires y una compañera de trabajo en la Escuela Cooperativa Mundo Nuevo me trajo de regalo el primer libro de César González, La venganza del cordero atado (Continente, 2010). Me sabía fanática de Los Redondos e intuyó que me podía gustar. En ese momento, César firmaba con el seudónimo Camilo Blajaquis, apellido muy digno para un ricotero, con esa jota tan sonora en medio –mucho tiempo después lo escuché explicar en una entrevista que se nombró así en homenaje al líder de la revolución cubana, Camilo Cienfuegos, y al militante sindical Domingo Blajaquis, cuyo asesinato, ocurrido en 1966, es narrado por Rodolfo Walsh en su libro ¿Quién mató a Rosendo? (1969).
El disco doble Lobo suelto, cordero atado es uno de los más oscuros y mistéricos de la banda pla...
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