Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue el principal promotor de Sheinbaum durante el último año. Su popularidad como presidente –que se mantiene en el 60 por ciento al sexto año de mandato– obligó a que los otros dos candidatos que contendieron contra su protegida tuvieran que darse sus respectivos baños de pueblo y escudriñar en sus historias por memorias prestadas que los emparentaran con una base social más cercana a la izquierda. Fracasaron.
En las elecciones del domingo 2, el apoyo a la alianza de la derecha menguó a niveles exiguos: el octogenario Partido Revolucionario Institucional quedó abajo del 10 por ciento, con apenas 5 millones de votos; peor quedó la «izquierda histórica» de los años noventa del Partido de la Revolución Democrática, con apenas 1 millón de adhesiones, el 2 po...
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