La máquina estatal - Semanario Brecha

La máquina estatal

El próximo año la Facultad de Ciencias Sociales (Fcs) estrenará la nueva Maestría en Políticas Públicas. La Universidad Católica del Uruguay (Ucu) ya lleva dos años en el rubro y suma una nueva Maestría en Administración Pública para 2016. Es que los profesionales que manejen temas de gestión a nivel país, presupuesto nacional o estrategias de evaluación y monitoreo de programas no abundan. La formación de recursos humanos para el Estado parece urgente.

Aunque el programa de estudios aún está en análisis, el arranque de la carrera se prevé para el segundo semestre de 2016 y en ella participarán docentes del Instituto de Ciencias Políticas y del Departamento de Sociología de la Fcs. “Cuando estás en el Estado te das cuenta de que hacen falta recursos humanos formados específicamente en políticas públicas, sobre todo en el tema gestión. En la Opp, por ejemplo, nos hacía falta gente que supiera presupuestar un programa público”, explicó Conrado Ramos, ex subdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (Opp) y coordinador de la nueva maestría.

La Fcs ya cuenta en sus programas con materias de grado que dan una base para el diseño y formulación de políticas públicas, evaluación o planificación estratégica; y la idea es que los estudiantes que tomen la maestría profundicen en ese sentido. Inspirada en varios programas de los modelos anglosajón, europeo y chileno, la nueva carrera tendrá una fuerte base metodológica y se propone ahondar en temas como el monitoreo y la evaluación, el derecho público y la economía, pero también agrega propuestas como gestión pública, liderazgo y negociación, regulación social y económica, o la futura “maquinaria y gobierno”. Esta última cátedra se inspira en los programas de posgrado estadounidenses y prepara al estudiante para conocer el funcionamiento real de los organismos de gobierno: qué son las personas públicas no estatales, cómo funcionan las sociedades anónimas de las empresas públicas, en qué consiste un servicio descentralizado, entre otros ejemplos.

Se relacionará también al concepto de accountability, es decir, la forma en que los decisores rinden cuentas públicamente. Ramos lo explica a través de ejemplos: “Cuando pasa algo en el Sirpa, ¿quién es el responsable: ¿el directorio del Sirpa?, ¿el directorio del Inau?, ¿o el ministro del Mides porque está dentro de su órbita? O cuando hay problemas en la Colonia Etchepare: ¿el responsable es el ministro de Salud Pública, el director de Asse, o quién?”. Entonces el concepto de accountability consiste en saber determinar la responsabilidad política, y en qué se diferencia de la responsabilidad gerencial, legal o jerárquica.

Otra de las materias metodológicas será la de evaluación econométrica (combinación de métodos estadísticos, económicos y datos) de las políticas públicas, que entre varios aspectos incluye el análisis cuantitativo de programas en red, por ejemplo para evaluar cómo funciona un grupo de alumnos a través de evaluaciones que no sean solamente individuales.

Sobre el final de la maestría cada estudiante podrá elegir la línea de especialización de acuerdo a su interés: políticas sociales, sistema de cuidados, seguridad social, ambiente, y estas propuestas se revisarán año a año. El último módulo es la tesis.

En cuanto al perfil del egresado, Ramos evita hablar de “una maestría profesionalizante”, porque ese concepto se relaciona demasiado con el mercado o las ofertas educativas privadas, mientras que la Udelar debe ir por otro lado: “la Universidad tiene que preocuparse por que tengan determinados conceptos básicos sólidos, pero también por que tengan salida laboral y capacidad de cubrir esa necesidad de recursos humanos que tiene el Estado o las Ong”.

“Nos quejamos de que los políticos no están sensibilizados en temas de gestión, ¿y por qué habrían de estarlo si son producto de una sociedad donde tampoco se habla del tema, no hay formación específica ni expertos en términos de la calidad de las políticas?”, resumió el coordinador de la futura carrera.

LOS ADELANTADOS. “Sería el equivalente del master business administration (Mba), pero en la gestión pública”, explicaba Juan Bogliaccini, director del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Ucu, hace dos años, cuando esa universidad presentaba la primera maestría en políticas públicas del país.1

Según el programa de estudios, el objetivo de la carrera es formar profesionales para desempeñar funciones en el gobierno, la administración pública, empresas y organizaciones sociales.2

Algunos de los cursos tienen que ver con la macroeconomía, gerencia estratégica, metodología, estadística, así como la formulación y evaluación de proyectos. En los inicios de la carrera, Bogliaccini también definió: “Apostamos a gente que ya está en la administración pública, aunque también consideramos que puede haber jóvenes recién egresados que apuestan a esta maestría como trampolín para un doctorado en ciencia política en el exterior. Calculamos y esperamos que se anoten funcionarios de carrera o militantes políticos que llegan a un cargo público y quieren capacitarse para la gestión. Sería deseable que los propios organismos públicos y políticos fomentaran la capacitación de sus funcionarios y sus cuadros”.

La Ucu redobla la apuesta y para 2016 lanza la nueva Maestría en Administración Pública. Con un espíritu similar a la anterior, está dirigida a los profesionales orientados a ocupar cargos de dirección en el sector público que quieran mejorar sus capacidades de “resolver problemas complejos de administración y gestión”, y entre los cursos que ofrece se encuentran el de administración, formulación y ejecución de presupuestos, la gestión de riesgos, la economía y management a un nivel alto en la función pública. Entre sus objetivos académicos reconocen que la tarea de profesionalizar la administración pública es clave en el desarrollo de los países.

1. Véase separata Nuevas Carreras 2014, Brecha 22-XI-11-13.

2. Las otras tres nuevas maestrías de la Ucu para 2016 son: Cuidados Paliativos, Derecho Procesal Penal y Marketing.

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Tampoco en el periodismo

 

 

Salvando las distancias, el consejero de Información y Comunicación de la Unesco para el Mercosur y Chile, Guilherme Canela, estuvo en junio de este año en Montevideo y habló sobre la formación periodística y la dificultad para formar profesionales que sepan cubrir políticas públicas. En América Latina tenemos buenos periodistas para cubrir politics, pero no tenemos periodistas buenos para cubrir policies, sostuvo. “Son efectivos para cubrir el Parlamento, pero cuando estamos hablando de cubrir política educacional, de saneamiento o mortalidad infantil, ahí es un desastre generalizado, porque no hay interés de las salas de redacción de cubrir este tema”, agregó.

 

La otra parte de la verdad, según Canela, es que informar sobre estas cuestiones demanda habilidades específicas: es imposible cubrir políticas públicas si el periodista no entiende mínimamente el presupuesto nacional, si no maneja mínimamente qué es una estrategia de monitoreo y evaluación, y estas cosas no son ofrecidas durante la formación universitaria.

 

Si se observan los artículos ganadores del premio Pulitzer de los últimos años, muchos son coberturas sobre políticas públicas: el ganador de este año es un diario pequeño de Carolina del Sur que hizo una serie de notas brillantes sobre violencia doméstica. Y los dirigentes de las salas de redacción de los mayores diarios de nuestra región se niegan a hacer estas coberturas porque las consideran más pertinentes para el New York Times o The Guardian, resumió el consejero.

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