La mejor prevención - Semanario Brecha
La experiencia de los comunistas indios en la lucha contra la pandemia

La mejor prevención

Las políticas sociales de Kerala, estado indio gobernado por las izquierdas desde el triunfo electoral del Partido Comunista en 1957, no sólo le han granjeado indicadores sociales similares a los del primer mundo; también le han permitido aplanar rápidamente la curva de contagios de la covid-19.

Control de pasajeros en la estación de tren de Kochi, en el estado indio de Kerala, donde se registran los datos de los pasajeros, se toma la temperatura y se realiza un cuestionario sobre sus últimos movimientos y estado de salud / Foto: Amalgama Project, Oscar Espinosa

El segundo país más poblado del mundo, con 1.300 millones de habitantes, está desde el 24 de marzo prácticamente paralizado, debido al confinamiento impuesto hasta el 17 de mayo para hacer frente a la pandemia de la covid-19. Cincuenta y cinco días de cuarentena para combatir la propagación del virus en India.

El estado de Kerala, en el extremo sudoeste del país, con más de 1 millón de turistas extranjeros al año, con cientos de sus estudiantes estudiando en China y con una sexta parte de su población formada por expatriados, ha logrado aplanar la curva con medidas contundentes. Las autoridades locales activaron controles en los aeropuertos y las estaciones de tren para detectar la entrada del virus y se establecieron refugios de cuarentena temporales para alojar a turistas y no residentes. Esta medida fue seguida de pruebas agresivas, rastreo de contactos, largos períodos de aislamiento, refugios para trabajadores inmigrantes y comida para los más necesitados.

Hasta el 6 de mayo, en India se habían hecho 1.276.781 test, de los que se confirmaron 49.390 muestras positivas; 14.182 pacientes ya se habían recuperado, 33.514 seguían activos y 1.694 habían fallecido. En Kerala, con menos del 3 por ciento de la población del país, se han realizado 33.800 test y 502 han resultado ser positivos, de los cuales 462 corresponden a personas que ya se han recuperado, 37 a casos que siguen activos y sólo tres a personas que han fallecido.

El primer caso de coronavirus en India se detectó en Kerala a finales de enero. A partir de ese momento el estado empezó a hacer pruebas y a rastrear a las personas con las que el paciente había estado en contacto, a las que puso en cuarentena y sometió a un exhaustivo seguimiento. Kerala tomó la delantera en el despliegue de kits de pruebas rápidas hechas en los puntos críticos para controlar la propagación en la comunidad.

LECCIONES APRENDIDAS. Con casi 35 millones de habitantes, es el estado más estable y progresista de India, con el mayor índice de alfabetización del país (94,5 por ciento), una esperanza de vida de 77 años (la más alta de India) y un número elevado de centros médicos. Es aquí donde se formó el segundo gobierno comunista elegido democráticamente en todo el mundo, cuando en 1957 el Partido Comunista de la India ganó las elecciones. Desde entonces dos coaliciones de izquierdas se han alternado en el poder.

Su capacidad para reaccionar eficazmente ante la emergencia sanitaria se ha debido, en parte, a las lecciones aprendidas tras el paso del virus Nipah1 hace dos años y a su sólida red de atención primaria de salud. El brote de Nipah en 2018, sin tratamiento ni vacuna disponibles, sacudió el sistema de salud de Kerala y dejó 17 fallecidos en un mes. El gobierno implementó entonces varias medidas y protocolos, que en el futuro servirían para manejar otras epidemias de patógenos desconocidos y que en la actualidad han permitido reaccionar a tiempo frente a la covid-19.

Fue con el virus Nipah que se diseñó el protocolo de rastreo de contactos que se ha seguido en la actual emergencia sanitaria. El estado de Kerala despliega sus recursos para localizar a quienes han tenido contacto con las personas infectadas durante los 14 días anteriores a la aparición de los síntomas: se ponen en cuarentena en sus casas y durante el período de incubación se les hace un seguimiento por teléfono todos los días por la mañana y por la noche. Si alguno de los pacientes en cuarentena informa que tiene algún síntoma, se presume que es positivo y se lo traslada a centros médicos preparados con salas de aislamiento para someterlo a pruebas. Allí permanece en aislamiento hasta que los resultados de sus pruebas sean negativos, si da positivo, el ciclo comienza de nuevo: se identifica a todos sus contactos de los 14 días anteriores a los síntomas, se los pone en cuarentena y se les hace un seguimiento en sus casas.

Uno de los puntos para lavarse las manos repartidos en todo el estado indio de Kerala  bajo el lema “romper la cadena”/Foto: Amalgama Project, Oscar Espinosa

La eficiencia del sistema de atención primaria de salud de Kerala se debe en gran medida a varias iniciativas que se desarrollan en concordancia con la sociedad civil, como Aardram, un ambicioso proyecto para reestructurar y modernizar el sistema de salud pública y hacer los hospitales públicos más eficientes, fortaleciendo la atención familiar y las políticas de prevención. Otro programa que ha sido clave para la gestión de esta crisis ha sido el Kudumbashree, implementado hace 23 años como una organización comunitaria de grupos vecinales para erradicar la pobreza y empoderar a la mujer,  que trabaja en estrecha colaboración con el gobierno local, lo que ha generado una extensa red local. Desde que se detectó el primer caso de coronavirus en Kerala se han implementado más de 1.200 cocinas comunitarias a través de esta red, en las que se preparan comidas para entregar a domicilio a quienes están en cuarentena, así como para las personas necesitadas y los trabajadores inmigrantes.

PROTECCIÓN PARA LOS INMIGRANTES. Una de las imágenes de India más vistas de las últimas semanas ha sido la de miles de trabajadores migrantes que huyen a pie de las grandes ciudades para regresar a sus casas. Cuatrocientos setenta millones de migrantes internos han quedado atrapados lejos de sus hogares y sin ingresos para subsistir. Pero en Kerala no se han vivido esas escenas de desesperación. El estado evitó la estampida de los trabajadores inmigrantes y la propagación potencial del virus al facilitarles comida, alojamiento y acceso a la sanidad.

Kerala tiene el mayor número de campamentos para trabajadores inmigrantes del país, con 18.912 campamentos que albergan a más de 300 mil personas. En este estado se les llama “trabajadores invitados”, denominación que se refleja en el trato que reciben. Se les brinda comida tres veces al día, así como té y galletas durante toda la jornada. El estado ha implementado 14 clínicas móviles, que cuentan con médicos, enfermeras y equipos que se trasladan de un campamento a otro para hacer controles de salud regulares.

Para responder a las preocupaciones de los trabajadores inmigrantes también se ha establecido un centro de llamadas que atiende en cinco idiomas: hindi, bengalí, odia, asamés y garhwali. Las autoridades de Kerala se han preocupado también por darles a los inmigrantes otro tipo de facilidades para sobrellevar el confinamiento de la mejor manera posible: televisores en los campamentos y juegos de interior, como el carrom y el ajedrez, para pasar su tiempo libre, así como recargas de los teléfonos móviles para que puedan estar en contacto con sus familias.

De todos modos, aunque Kerala haya conseguido aplanar la curva y la transmisión del virus sea limitada en estos momentos, el estado sufre las consecuencias del estricto bloqueo económico impuesto en todo el país. Nueva Delhi estudia relajar las medidas de confinamiento total impuestas desde el 24 de marzo para que las actividades económicas vayan retomando la normalidad, pero sin levantar todas las medidas de distanciamiento social y prevención destinadas a evitar otra ola de contagios. Lo que está claro es que, gracias a las políticas sociales que viene desarrollando en las últimas décadas, Kerala ha logrado una buena posición para afrontar emergencias sanitarias como la actual.

1.   De acuerdo a la Oms, el virus Nipah es un virus zoonótico que también puede transmitirse entre humanos o a través de agua o comida contaminadas. En humanos y otros animales, como los cerdos, puede provocar severos problemas respiratorios, encefalitis e incluso la muerte. Originado en los murciélagos, el Nipah fue detectado por primera vez en Malasia en 1998. En 2018 infectó a 23 personas en Kerala, de las cuales murieron 17 (N del E).

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