La mujer que rescata sonrisas en el checkpoint - Semanario Brecha
Edición 1531 Suscriptores

La mujer que rescata sonrisas en el checkpoint

No fue difícil reconocerla en medio de la multitud de palestinas brutalmente reprimidas en la víspera del Día Internacional de las Mujeres: es alta, delgadísima, rubia y bien entrada en años. La llaman Tamara, y a ella parece gustarle la versión árabe de su nombre (Tamar). Es judía y retrata la ocupación.

Desde hace 12 años, ella viaja desde su hogar cerca de Tel Aviv para estar cada domingo (el equivalente a nuestro lunes) en uno de los lugares más horribles y sórdidos del territorio ocupado: el enorme checkpoint de Qalandiya, la entrada norte a Jerusalén. Por allí pasan cada mañana, después de hacer colas inhumanas durante varias horas desde la madrugada, varios miles de palestinos –la gran mayoría obreros, pero también estudiantes, mujeres y personas enfermas– que constituyen la minoría “privilegiada” con permiso para entrar en Jerusalén a trabajar, estudiar o ir al hospital. Allí es donde también confluyen las manifestaciones que terminan siempre con gran violencia represiva.
Tamar Fleishman es judía israelí, de origen azkenazí; sus padres emigraron muy jóvenes desde una región que era ...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Acento Suscriptores
Maduro asume un nuevo gobierno en Venezuela

Cívico-militar

Acento Suscriptores
El FA y su incomodidad frente a la Venezuela de Nicolás Maduro

La permanente

Edición 2043 Suscriptores
Medios concentrados, fútbol y un decreto exprés

Paquete cerrado

Edición 2043 Suscriptores
INCIPIENTE DISCUSIÓN SOBRE LA REGULACIÓN DE LAS REDES SOCIALES

Desatame de este enredo

Edición 2043 Suscriptores
ASSE opera tres veces menos que los seguros privados y la mitad que las mutualistas

Morir en la fila